limpiezas 137

52 Limpieza y su ámbito Limpie Z as / Octubre 2018 DOSIFICACIÓN Y CONTROL H ace casi 500 años que el médico y químico sui- zo Paracelso expresó el principio básico de la toxicología: “Todas las sustancias son venenos, no existe ninguna que no lo sea. La dosis diferencia un veneno de un remedio”. Esta frase es usada frecuente- mente para explicar que la toxicidad de un compuesto químico, proceda de una planta natural o sea de origen sintético, depende de la cantidad ingerida y no de su origen. Esta máxima puede ser igualmente aplicada a los productos y procesos de limpieza y desinfección industrial, y sirve para destacar que una correcta dosifica- ción de los productos, no solo es impor- tante para el control de gastos, sino que es necesaria para asegurar la efectividad de las soluciones, ya que una dosifica- ción por defecto podría provocar que las superficies no quedaran lo suficientemen- te limpias o higienizadas, y un exceso de las mismas puede conllevar que queden restos de los químicos tras el aclarado, in- troduciendo la posibilidad de contamina- ción de las materias primas a utilizar con posterioridad. Hay que tener en cuenta que una dosificación elevada de produc- tos agresivos puede dañar las superficies donde se aplique. Queda clara por tanto la importancia de seguir un correcto pro- tocolo de higienización de las instalacio- nes, de tal forma que no puedan quedar restos ni de suciedad ni de producto quí- mico que puedan alterar los productos que se producirán con posterioridad. Un elemento clave de estos protoco- los es asegurar el control exhaustivo de las dosis utilizadas en cada uno de los Mientras que la industria alimentaria ha interiorizado estos procesos amplia- mente, en el sector HORECA, debido a la menor especialización del personal destinado a las tareas de limpieza y des- infección, se ha tendido al uso de pro- ductos que no impliquen manipulación previa a su uso y que aseguren la correc- ta dosificación. Una solución para asegurar la correc- ta dosificación del producto en estos procesos es el uso de productos ready to use . En estos casos, el fabricante del producto de limpieza es el encargado de garantizar la correcta dosificación del activo, poniendo a disposición del usua- rio final mezclas que ya contienen la cantidad necesaria de producto diluida en un medio disolvente adecuado. Estos productos tienen la ventaja para el usuario final de que ya vienen correcta- mente dosificados, por lo que no han de producirse diluciones, ni manipulaciones de productos concentrados en sus ins- talaciones. Sin embargo, desde el punto de vista medioambiental, su uso implica el transporte de grandes cantidades de agua y envases de un punto a otro. Parece evidente, incluso para el mas lego en la materia, que pagar por trans- procesos, de modo que obtengamos la máxima eficacia con unos costes conte- nidos. En los procesos CIP ( cleaning in place ) utilizados para limpiar e higienizar con- ductos, tuberías, tanques y otros siste- mas por los que es posible recircular una disolución de los productos de limpieza y desinfección, suele ser mucho más sen- cillo el control de la dosificación, ya que ésta suele realizarse mediante equipos centralizados que dosifican la solución y mantienen su concentración mediante sondas de control de la misma, a la vez que la recirculan, manteniendo también la temperatura y la presión necesaria para alcanzar resultados óptimos. Sin embargo, en las limpiezas de su- perficies como cintas, mesas de trabajo, suelos, etc., la aplicación del producto de limpieza y desinfección suele hacer- se mediante espumas para maximizar el tiempo de contacto con la superficie. Es en estos procesos donde una inco- rrecta dosificación es mucho más fácil, pudiendo producir efectos indeseados (espumas de baja calidad y o agarre, concentración insuficiente de producto desinfectante, exceso de concentración y ataque a materiales, etc.). El veneno está en la dosis A lberola C atalan D irector de P roducto en C leanity

RkJQdWJsaXNoZXIy MzA3NDY=