Limpiezas 139

Limpiezas específicas AGUAA PRESIÓN tienen la misma eficiencia y necesidad de mantenimiento o facilidad de repa- ración. La manera en la que una máquina usa la energía para obtener los mejo- res resultados con el menor gasto, se denomina eficiencia. Conocer el tipo de suciedad a eliminar y poder elegir los parámetros de limpieza que pueden eliminar esa suciedad de manera efi- ciente con el mínimo gasto es igual de importante que contar con la tipología de máquina que contenga una tecno- logía que produzca temperatura con el mínimo gasto. En un mercado tan competitivo, exis- ten multitud de modelos de máquinas de agua caliente que no están certifi- cados en eficiencia y que, por lo tanto, el usuario no tiene la certeza del gasto en combustible y temperatura máxima real que va a poder utilizar en su pro- ceso de limpieza, y esto es realmente relevante. Una hidrolimpiadora de agua calien- te de gama media puede utilizar al año en un trabajo de intensidad moderada unos 1.000 L de gasoil para lograr una temperatura aproximada de 60ºC. Una máquina no certificada en eficiencia utilizaría aproximadamente 1.240 L para lograr la misma temperatura con todos los costes asociados al consumo extra de combustible, tiempos extra de parada y rellenado, mantenimiento del sistema de calefacción y con las con- secuencias asociadas al medio am- biente. La limpieza inteligente necesita pres- cindir de la auto-prescripción, apoyarse en verdaderos profesionales, operarios cualificados y partners especialistas en soluciones para que la posibilidad de lograr tanto buenos como excelentes resultados a través de la eficiencia, sea una realidad que ahorra recursos eco- nómicos y energéticos. 㔾 el proceso de limpieza cuando es posi- ble, consiste en sí mismo una pérdida. El agua caliente puede ser utilizada por una hidrolimpiadora aprovechando la propia de la red que la alimenta o puede ser generada por ella misma. En el primer caso, no todas las má- quinas soportan la misma temperatura de agua caliente de la red y, de hecho, aunque existen modelos que pueden trabajar con temperaturas de agua de unos 85 ºC, la mayor parte no pueden y se presentan, además, dificultades propias de la dependencia de esta red de agua, alta dificultad para regular la temperatura, etc. En el segundo caso, las máquinas de agua a presión pueden calentar el agua por ellas mismas utilizando com- bustibles (diesel, gas, biodiesel, kero- seno) o con resistencias eléctricas. Las máquinas de agua caliente pue- den trabajar con agua fría (temperatu- ra de la red) o calentando el agua regu- lando su temperatura hasta la fase de vapor llegando a los 150 ºC. En tipos de suciedades y soportes en los que la temperatura juega un papel importante en la limpieza, el ahorro de tiempo y la calidad de limpieza obte- nida permiten conseguir un coste total operativo tan bajo, que la inversión en la máquina y el consumo combustible o eléctrico asociado a la generación de temperatura resultan más rentables que el trabajo con agua fría sin entrar a valorar la calidad de limpieza / higiene obtenida. Pero, al igual que todas las máquinas de agua fría no soportan cierta tempe- ratura de entrada de agua, no todas las máquinas de agua caliente ofrecen ni las mismas prestaciones, ni tienen la misma tecnología, ni consumen la mis- ma cantidad de gasoil, ni contaminan lo mismo, ni ofrecen la misma tempe- ratura máxima de calentamiento, ni máquina está operativa, en la práctica ésta situación no se produce con la in- tensidad adecuada. E l círculo de S inner En la limpieza con agua a presión las variables del círculo de Sinner también están presentes, al igual que en cual- quier sistema de limpieza. Tradicional- mente y a veces de manera equivoca- da, el uso del agua a presión está muy orientado al factor mecánico sobre el resto de los otros factores como son la acción química y la temperatura. Incluso en el caso de estar demasia- do orientado al factor mecánico, con- siderar éste un factor únicamente rela- cionado con la presión del equipo es un importante error. El factor de acción mecánica en el agua a presión está re- lacionado con la presión del equipo y también el caudal de agua que es ca- paz de proyectar. El caudal del agua es el responsable tanto de que el impacto sea mayor, como de la reducción del tiempo de limpieza, por lo que cono- cer previamente la suciedad que se ha de eliminar es clave para seleccionar el equipo que nos permita reducir el tiempo de limpieza, así como el coste operativo. El titular o nombre de pila con el que generalmente se denomina a una hi- drolimpiadora es el valor de presión, y muchas veces se produce la elección del modelo a utilizar en base a ese principal criterio. El otro factor importante del círculo de Sinner es la temperatura. En mu- chas aplicaciones de limpieza por agua a presión, el uso de temperatura en el proceso de limpieza puede aho- rrar entre un 40 y un 60% del tiempo empleado para efectuar la limpieza, comparado con el uso de agua fría. Bajo un criterio de limpieza efectiva e inteligente, no aplicar esta ventaja en 75 Enero-Febrero 2019 / Limpie Z as

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