limpiezas 120

Limpie Z as / Febrero 2016 30 con Firma Una trágica cualidad de nuestra sociedad: la estupidez H ace unos días, después de una agradable comida, divagábamos un grupo de amigos acerca de la singu- lar precariedad de nuestra clase política, y me vinieron a la mente los dos últimos párrafos de un pequeño ‘librito’ que ha- bía leído hace unos años. No sé por qué, algunos escritores parecen estar dotados de un sentido profético, que se ve con- sumado algún tiempo después. Los dos párrafos decían así: “Tanto si considera- mos la época clásica como la medieval, la moderna como la contemporánea, nos impresiona el hecho de que todo país en ascenso tiene su inevitable porcentaje € de personas estúpidas. Sin embargo un país en ascenso tiene también un por- centaje insólitamente alto de individuos inteligentes que procuran tener controla- da la fracción €, y que al mismo tiempo producen para ellos mismos y para los otros miembros de la comunidad ganan- cias suficientes como para que el progre- so sea un hecho. En un país en decadencia el porcenta- je de individuos estúpidos sigue siendo igual a €; sin embargo, en el resto de la población se observa, sobre todo en los individuos que están en el poder, una alarmante proliferación de malvados con un elevado porcentaje de estupidez (su- bárea Me del cuadrante M) y, entre los que no están en el poder, un igualmente alarmante crecimiento del número de in- cautos (área H). Tal cambio en la compo- sición de la población de los no estúpidos refuerza, inevitablemente, el poder des- tructivo de la fracción € de los estúpidos, y conduce al país a la ruina.” En función de las acciones y comporta- mientos de cada grupo y su repercusión en la sociedad deduce las leyes funda- mentales de la estupidez y que resumo a continuación: 1 Siempre e inevitablemente cualquiera de nosotros subestima el número de individuos estúpidos en circulación. 2 La probabilidad de que una persona dada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica propia de dicha persona. 3 Una persona es estúpida si causa daño a otras personas o grupo de per- sonas sin obtener ella ganancia perso- nal alguna, o, incluso peor, provocán- dose daño a sí misma en el proceso. 4 Las personas no-estúpidas siempre subestiman el potencial dañino de la gente estúpida; constantemente olvidan que en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier cir- cunstancia, asociarse con individuos estúpidos constituye invariablemente un error costoso. 5 Una persona estúpida es el tipo de per- sona más peligrosa que puede existir. La obra a la que me refiero es: Las leyes fundamentales de la estupidez humana 1 , un pequeño ‘librito’ de me- nos de 15 páginas, escrito por el his- toriador de economía italiano Carlos M. Cipolla, conocido por su Teoría de la estupidez , que publicó por primera vez en 1988 en un opúsculo titulado Allegro ma non troppo 2 . Él parte del análisis de la población en cuatro grupos básicos que alinea en un eje de coordenadas en el que las abscisas representa el beneficio para uno mismo y las ordenadas el be- neficio para los demás derivados de la actividad de cada sujeto. Ello le lleva a definir los cuatro cuadrantes de indivi- duos en la sociedad: (I)-Inteligentes: benefician a los demás y a sí mismos. (H)-Incautos o desgraciados: benefi- cian a los demás y se perjudican a sí mismos. (E)-Estúpidos: perjudican a los demás y a sí mismos. (M)-Malvados o bandidos: perjudican a los demás y se benefician a sí mismos. J uan V icente R obledo P residente del CTA de la revista L impiezas

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