Limpiezas 140

Limpie Z as / Marzo-Abril 2019 104 Tesis formación L impieza es un concepto que difícilmente se puede compa- tibilizar con respeto al medio ambiente si no realizamos actuaciones específicas. Por definición, el ‘trasladar’ suciedad de un espacio a otro donde se acumula, implica inevita- blemente, un problema medioambiental. Y es ahí donde reside el reto: ¿cómo limpiar los espacios de la manera más respetuosa posible con el medio am- biente? Porque los procesos de limpieza no son actos fortuitos o ingenuos, tienen una finalidad y tienen un claro objetivo del que, dependiendo de los casos, se ve involucrada también la seguridad y el bienestar de las personas. La definición de limpiar: trasladar la suciedad de una superficie u objeto a otro lugar donde ‘no va a interferir’ en nuestros procesos cotidianos. Nunca de una superficie a otra. Limpiamos la suciedad de los platos, la máquina trituradora de una industria cárnica, la moqueta de una oficina, uten- silios y elementos de corte en la parada de pollo… y está claro que no podemos Descartamos los procesos domésti- cos, difíciles de controlar por las autori- dades y que consumen una astronómica cantidad de agentes químicos de lim- pieza y de utensilios (habitualmente de plástico) que son vertidos, tirados y que, en caso de alcanzar el medio ambiente de manera incontrolada (hablamos de nuestros bosques, ríos y el mar), pueden comportar una problemática añadida: los microplásticos, fenómeno tristemen- te muy publicitado últimamente por las enormes dimensiones que ha compor- tado en los océanos, y que ha obligado a la creación de normativa europea al respecto. Luego tendríamos los procesos ‘aná- logos a los domésticos’ pero ejecutados por empresas. Empresas de limpieza que realizan servicios en oficinas, cole- gios, colectividades, etc. Desgraciadamente, la utilización de los químicos en gran parte de nues- tros centros no solo se hace de forma descontrolada, sino que se utiliza en una forma piramidal de abrasión inco- rrecta. Mientras en la mayoría de países europeos se tiene ‘grabado a fuego’ que los productos químicos abrasivos se utilizan de forma puntual, lo míni- mo posible y solo en suciedades ‘re- beldes’, en nuestro país todavía existe una cultura muy extendida por lo que se hace justo al revés. Se limpia con el producto más abrasivo gran parte de las superficies. El argumento del personal de limpieza es: “que no hay tiempo para ir cambiando productos, y si utilizan un producto alta- evitar limpiar. No es un capricho, pero en el siglo XXI, y ante la gran problemática medio ambiental a la que hemos llega- do como sociedad, estamos obligados a gestionar mejor que nunca los procesos cuidando el ‘aspecto verde’. No se trata de eliminar los procesos de limpieza-desinfección de superficies, sino de hacerlo de forma más respetuo- sa, sin excesos y midiendo perfectamen- te el procedimiento a utilizar. Cuando hablamos de actuaciones res- petuosas con el medio ambiente nos re- ferimos a que los procesos deben impac- tar lo mínimo posible a nuestro entorno. A veces esto resulta muy complicado, por no decir imposible. Pero está claro que sí podemos reducirlo y minimizarlo. Aunque existe una red de depuradoras de agua para el tratamiento antes de su vertido en los cursos de agua o el mar, no debemos confiar que resuelvan total- mente ‘el impacto’. Hay más factores a tener en cuenta y, centrándonos en las actuaciones co- tidianas de limpieza, vamos a clasificar los procesos. Actuaciones de limpieza respetuosas con el medio ambiente

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