Limpiezas

Limpie Z as / N oviembre-Diciembre 2020 18 a fondo contratación y relaciones laborales A l analizar la evolución seguida en la contrata- ción pública y privada desde la declaración del Estado de Alarma en nuestro país, se hace difícil trazar unas líneas ge- nerales por las diferentes coyunturas que se han ido dando a lo largo de estos meses. Antes de nada, insistir en que ha tenido que haber miles de muertos, cientos de miles de contagiados, te- ner los hospitales desbordados y su- frir, en definitiva una auténtica catás- trofe sanitaria para que el sector de la limpieza haya sido reconocida como actividad esencial en la protección de la salud. Pero no solo en aspectos sa- nitarios, sino también en las vincula- ciones económicas que el ámbito de la salud provoca. A diferencia de lo ocurrido en la cri- sis económica del 2010, en la que la limpieza era un servicio ‘prescindible’ y se utilizó como elemento para la re- ducción de costes, en esta época de la COVID19, el sector de la limpieza ha emergido como actividad esencial para proteger la salud de las personas. De pronto muchos han caído en la cuenta, que la limpieza no solo es un factor de estética, si no de higiene, que repercute de manera fundamental para evitar la propagación de contagios y enfermedades y, por lo tanto, para me- jorar la productividad de las personas, así como el entorno y la calidad de los centros de trabajo. Sin duda alguna ha sido una época en la que se ha puesto en valor a empresas y trabajadores, es decir al sector de la limpieza. C ontratación pública y privada Entraremos a analizar cómo ha evo- lucionado la contratación en sus dos vertientes, público y privada. Empezando por la contratación pública, la evolución de la misma ha pasado por diferentes fases con gran variedad de casuística. No ha habido una actuación con- junta y coordinada de la Administra- ción pública. Cada administración en su correspondiente ámbito (estatal, autonómico, local) ha ido ‘improvi- sando’ y marcando su propio camino. La Administración del Estado por un lado. Las administraciones autonómi- cas por otro y a su vez cada autono- mía marcando sus propios criterios. Cada ayuntamiento también ha ges- tionado de manera autónoma sus res- ponsabilidades. Es verdad que todos han intentado estar bajo el paraguas de la legislación vigente, pero insisto, con criterios de gestión diferentes. En general, se intentaron mantener ‘vivos’ los contratos de limpieza, aun- Estado de la contratación y situación laboral J esús M artínez N ogal P residente de AFELIN

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