El control de Legionella, imprescindible para verano

Legionella.
ANECPLA

El verano ya está aquí. Es inevitable pensar en piscinas, terrazas o aires acondicionados cuando hablamos de esta época, pero ¿sabías que existe una amenaza latente que podría afectar a todo ello? ¡Es la Legionella!

La Legionella, una bacteria que se encuentra en el agua y que su variedad Legionella pneumóphila es la causante de enfermedades como la neumonía. En este sentido, España anota 1.000 casos al año de legionelosis, una cifra que no puede pasar desapercibida. Asimismo, según datos facilitados en el «Informe epidemiológico sobre la situación de legionelosis en España. Año 2021», publicado por la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, se confirma la tendencia ascendente de los casos.

El director general de Anecpla, Jorge Galván, reclama que la  Legionella entraña un riesgo muy alto para las personas, sobre todo para aquellas que superen los 60 años, fumadores o con un sistema inmunológico debilitado. «Por eso es fundamental que se lleve a cabo un adecuado mantenimiento de todas y cada una, sin excepción, de las instalaciones que emplean el agua en su funcionamiento”, continúa.

“Torres de refrigeración, sistemas de agua caliente sanitaria, sistemas de agua climatizada de spas y jacuzzis, pero también los nebulizadores que muchos negocios hosteleros han incorporado a sus terrazas, lavaderos de coches y otras instalaciones consideradas menores han de pasar revisiones exhaustivas por parte de profesionales antes de empezar a funcionar porque la realidad es que el riesgo cero no existe cuando hablamos de Legionella. Lo contrario puede llegar a resultar letal”, concluye Galván.

Cuatro consejos para evitar la Legionella

La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental recuerda la necesidad de controlar y revisar la aparición de este tipo de plaga para impedir la propagación de la bacteria. De esta forma, recomienda las siguientes medidas:

  • Evitar el estancamiento de agua y acumulación de sustratos o productos que puedan servir de alimento para la bacteria. Asimismo, intentar evitar las temperaturas comprendidas entre los 25 y 45 grados.
  • Limpiezas y desinfecciones profundas frecuentes.
  • Acudir a empresas profesionales en desinfección y gestión de antiplagas siempre que sea necesario.
  • Tener presente siempre la normativa y llevar a cabo un adecuado cumplimiento de ella.

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