Limpieza de primavera: qué es y cómo hacerla correctamente

Redacción

La limpieza de primavera es una tradición anual que consiste en asear a fondo una casa en sincronía con la llegada de la nueva temporada del año. El objetivo es limpiar y ordenar todos los rincones del hogar para eliminar el polvo y la suciedad acumulados durante los meses de invierno. Esta práctica se remonta a las civilizaciones milenarias, que creían que limpiar a fondo el hogar traía buena suerte y prosperidad.

En qué consiste esta limpieza estacional y para qué sirve

El proceso de limpieza de primavera generalmente implica sacar todo de las estanterías, cajones y armarios, para clasificarlo en montones dependiendo se si se va a guardar, donar o tirar a la basura. Es una excelente oportunidad para ordenar tu hogar y deshacerte de cosas que ya no usas o necesitas. También puedes aprovechar este tiempo para organizar tus pertenencias y hacer espacio para las nuevas.

Además de ordenar, la limpieza de primavera también implica tareas de limpieza profunda que a menudo se descuidan en la rutina diaria o semanal. Esto puede incluir tareas como lavar las ventanas, repasar los zócalos, fregar los suelos de toda la casa y pasar un trapo húmedo por las puertas y paredes. Es momento de centrarse en esos lugares de difícil acceso que a menudo acumulan polvo y suciedad.

La limpieza de primavera no solo sirve para tener un hogar impecable y organizado, sino que también aporta beneficios a la salud mental. Un ambiente caótico y desordenado puede resultar estresante, mientras que un espacio pulcro y ordenado puede potenciar la relajación y la productividad. Además, el acto de ordenar y dejar de lado los elementos innecesarios puede brindar una sensación de deber cumplido y de satisfacción.

Cinco consejos para una limpieza de primavera

En esta etapa de transición hacia el calor, es necesaria una renovación del hogar. Ahora que tenemos más energía en esta época del año es muy conveniente realizar la limpieza de primavera. Aquí te dejamos algunos consejos para que esta limpieza sea lo más completa y efectiva posible. Y para que resulte una tarea agradable, ponte tu música preferida.

1.Ventilar

Airear tu hogar es indispensable para una casa limpia. Además se compatibiliza perfectamente con el resto de tareas de la limpieza de primavera para que no se acumule el polvo. Si hay algún alérgico al polen en el hogar, se deben abrir las ventanas al mediodía.

2. Puesta a punto de toda la casa

Esto incluye, además de los armarios mencionados anteriormente, techos, manchas en la pared, enchufes, espejos, sofás y sillones, lámparas y, por último, suelos. Es importante dejar el suelo para el final porque así podremos recoger el polvo y los restos de otras limpiezas que no han acabado en la basura.

3. Limpieza de la cocina

La cocina es el lugar de la casa donde más bacterias se acumulan, por lo que es necesaria una limpieza exhaustiva, para asegurar una correcta higiene de los alimentos.

  • Descongela la nevera y aprovecha para organizarla.
  • Limpia horno a mano o pon el programa de autolimpieza.
  • Friega o cambia el filtro de la campana extractora de humo.
  • Lava y desinfecta los cubos de basura.
  • Higieniza el desagüe de la pila con lejía o similar.
  • Limpia el microondas sin tocar la placa mica del interior.
  • Ordena los alimentos de la despensa, mirando las fechas de caducidad.
  • Repasa todas las superficies, desde la encimera hasta el acero inoxidable de los cazos.
  • Limpia por dentro el lavaplatos.
  • Aspira y limpia los suelos.

4. Ordenar los armarios

Si hiciéramos todas las tareas tan rápido como el cambio de ropa de temporada del armario, tendríamos la casa impoluta. Por ello, antes de guardar la ropa de invierno y sacar la de primavera, vacía el armario y límpialo a fondo. Tu ropa lo agradecerá.

5. Cambiar las cortinas

En primavera hay que dejar que la luz invada nuestras casas, aunque sin cegarnos. Por ello, quitar las cortinas de invierno y colocar unas cortinas con un textil más suave actualizará tu hogar, adaptándolo a la estación. Si no tienes intención de cambiar las cortinas, debes meterlas en la lavadora si la etiqueta indica que el tipo de tela lo permite o llevarlas al tinte en caso de que el material requiera lavado en seco.