Las nuevas máquinas aspiradoras verticales llegan al mercado profesional

Las aspiradoras verticales son similares a una escoba, pero con tecnología que permite limpiar y aspirar de forma más cómoda y precisa. Asentadas en el mercado de consumo desde hace años, ahora están haciendo su desembarco en el ámbito profesional. De hecho, cada vez más empresas de limpiezas las utilizan. Repasamos sus principales prestaciones.

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Redacción

Si echamos un vistazo a los catálogos de los fabricantes de aspiradoras, empezaremos a encontrarnos fácilmente con una nueva categoría de máquinas que cada vez empiezan a verse más en el sector de la limpieza profesional. Nos referimos a las aspiradoras verticales, unos dispositivos de limpieza de succión potente cuya diferencia con una aspiradora de trineo, un robot aspirador o cualquier otro tipo de máquina similar es que posee una forma de escoba para facilitar su uso y mejorar la comodidad.

En concreto, estas máquinas están compuestas por tres partes. La primera es una estructura con forma similar al del palo de una escoba. La segunda es el dispositivo de succión, responsable de aspirar el aire y de absorber la suciedad. Su potencia se suele medir en pascales (pa) o en vatios de aire (aW). Este dispositivo va unido a un depósito donde se almacenan los desechos, el cual suele venir provisto de un filtro de alta eficiencia HEPA H13 que permite filtrar un gran porcentaje de polvo y alérgenos. Hay modelos, incluso, en los que este dispositivo de succión es extraíble, lo que permite usarlo como aspiradora de mano inalámbrica para acceder a aquellos rincones a los que la aspiradora de escoba no ha podido llegar. Y la tercera es el cabezal, el elemento que entra directamente en contacto con el suelo, la alfombra o cualquier otra superficie que se quiera limpiar. Este componente está provisto de unos cepillos que se pueden cambiar, en función de la superficie que se quiere aspirar, sin necesidad de herramientas.

Tipos de aspiradoras verticales

Aunque lo comentado hasta aquí es una definición genérica de estos aparatos, lo cierto es que entre ellos se pueden diferenciar según una serie de criterios.

El primero es la alimentación de la máquina, que puede ser con cable o sin él. En el primer caso, es necesario conectarla a un enchufe, lo que permite que tenga una mayor fuerza de succión; pero, por el contrario, cuenta con una menor movilidad. Por su parte, las aspiradoras verticales inalámbricas incorporan una batería de litio recargable y una estación de recarga donde situarla cuando no se utiliza. Proporcionan una autonomía de uso reducida que no suele superar la hora; pero a cambio ofrecen una plena libertad de movimientos y eliminan la dependencia de los enchufes y los problemas asociados a la longitud del cable.

Otra categoría de clasificación de las aspiradoras verticales es según si incorporan un recipiente de polvo o una bolsa desechable. Las primeras llevan un depósito desmontable de polvo, y suelen llevar incorporados, como decíamos, filtros HEPA, así como de espuma y antiácaros. Por el lado contrario, las segundas vienen habitualmente con una bolsa de filtro de fieltro extremadamente resistente a la rotura, pero que hay que cambiar cuando se llena.

Tecnología profesional

Por otro lado, muchos modelos profesionales incorporan también dos tecnologías que mejoran el rendimiento de estas máquinas. La primera es el vapor; es decir, estos dispositivos incluyen un depósito de agua que emite chorros de vapor de agua durante el aspirado para desincrustar las manchas más difíciles y proporcionar un acabado perfecto.

La segunda es la tecnología ciclónica. Básicamente, es una eficiente solución de filtrado que consiste en separar las partículas de aire succionadas para que, entre lo que absorbe el tubo y el aire que vuelve a salir de la aspiradora, se reduzca de manera más que notable la carga de polvo y suciedad. En otras palabras, esa potente fuerza ciclónica desplaza el aire en el interior del aparato separando las partículas más grandes, que caerán al fondo del depósito, de las más pequeñas, que pasarán por otro filtro antes de que el aire salga al exterior. De esta forma se logra un filtrado óptimo para las limpiezas más exigentes.

Ergonomía

Todo lo comentado aquí, en conjunto, da lugar a unas máquinas de aspiración vertical ligeras, ergonómicas y portátiles. De hecho, no suelen pesar más de tres o cuatro kilos, por lo que se manejan con gran facilidad. Su asa también ha sido fabricada teniendo en cuenta criterios de ergonomía; y su nivel de ruido no es muy elevado, lo que contribuye a un mayor confort auditivo de los profesionales que operan con ella.

Y, por supuesto, estos dispositivos vienen con una gran cantidad de accesorios como cepillos, rinconeras, mangueras de extensión, etc., que permiten una limpieza más cómoda y precisa.

Finalmente, otra de sus ventajas es que estas máquinas verticales se pueden almacenar en cualquier cuarto de limpieza sin ocupar mucho espacio.

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