José Ángel Bañuls.
José Ángel Bañuls Director de Operaciones ACTUALIA

Desinfección, la lucha contra lo que el ojo no ve

Desinfección.

Debemos ser conscientes de que se estima la existencia de 1,7 millones de virus que aún no conocemos, que son formas oportunistas que ‘viven’ a expensas de invadir otro organismo, y que como la vida les va en ello lo intentan continuamente. Con frecuencia es la propia interferencia humana en la naturaleza la que hace posible que, en determinadas circunstancias, ese salto infectivo entre especies culmine en la nuestra. En Wuhan ocurrió el último caso acabando el año, y hoy es pandemia.

El 30 de enero la Organización Mundial de la Salud declaró el estado de Emergencia de Salud Pública de importancia Internacional a la vista de la tremenda velocidad de propagación de la enfermedad Covid-19. Las medidas preventivas de Aislamiento Social y las de Cuarentena con la confirmación de positivos son cruciales para poner cortafuegos a la expansión del virus.

A estas responsabilidades individuales y colectivas se suman los esfuerzos profesionales: epidemiológicos, sanitarios, de orden público, de suministros esenciales y, de quienes nos dedicamos a la sanidad ambiental, a la desinfección que recupera los espacios y superficies que coloniza el virus en su avance.

Los preliminares al vértigo

Como alerta el Ministerio de Sanidad, “la infección es transmisible de persona a persona y su contagiosidad depende de la cantidad del virus en las vías respiratorias. Para que se produzca la infección se necesitaría un contacto directo de las secreciones respiratorias de un animal infectado o de una persona infectada con las mucosas de otra persona. Parece poco probable la transmisión por el aire a distancias mayores de uno o dos metros”. En consecuencia, cualquier elemento susceptible del “impacto o contacto” con dichas secreciones actúa como vehículo de exposición al contagio. Son lo que conocemos como ‘Vectores Pasivos’ o ‘Fómites’.

Según estudios de la Universidad de Princeton, el SARS.CoV-2 puede permanecer viable e infeccioso en aerosoles durante horas y en superficies hasta días. Aportando datos de vida media más estables en plástico (72 horas) y acero inoxidable (48 horas), que en cobre (4 horas) o cartón (8 horas). Tocar una superficie infectada implica la transferencia de carga patógena, que el mismo individuo puede transferir a otros elementos, a otras personas y contagiarse a sí mismo si se toca la boca, la nariz o los ojos.

Los procesos infecciosos constituyen verdaderas cadenas de transmisión. Bien sea por el aire o, como en este caso, por contacto. La cercanía a menos de dos metros y los contactos directos, alimentan y aceleran el éxito del contagio.

La higiene se demuestra entonces trascendental, la de las superficies a todos los niveles y la personal aplicada con frecuencia.

En tal situación, ACTUALIA, empresa de sanidad ambiental, asume los trabajos de recuperación de espacios contaminados, la eliminación de focos latentes infectivos y el saneamiento de ambientes. Los tratamientos de desinfección tan necesarios en la lucha contra el avance de la epidemia.

Marzo dio el pistoletazo de salida. Las noticias pasaron de la incertidumbre a la alerta y crecieron los sectores y la territorialidad de las consultas o las llamadas para preparar posibles intervenciones. Hoteles, aerolíneas, entidades financieras, particulares, transportes y oficinas de todo tipo, desde la misma Comunidad Valenciana, donde están nuestras instalaciones centrales, hasta cualquier otra zona peninsular o en las islas. Una perspectiva compleja que presagiaba una avalancha de repuestas rápidas. Sensaciones de nerviosismo creciente, jaleadas por la primera epidemia documentada al día y casi televisada en directo. En ACTUALIA constituimos un comité propio para tratar la crisis que se veía venir. Se recopiló toda la información posible al respecto, se contrastaron datos con entidades académicas y con otros equipos con quienes hemos abordado soluciones a brotes infecciosos anteriores y se dio prioridad a los protocolos que contestaran este desafío inmediato.

Equipos de protección

Una de las primeras medidas adoptadas fueron las dirigidas al abastecimiento de todos los elementos que configuran los equipos de protección para el personal técnico que realiza este tipo de operaciones. Los proveedores que abastecen al sector de la sanidad ambiental pronto vieron vaciarse sus stocks. Los pedidos se sucedían y las entregas se ralentizaban conforme pasaban los días.

ACTUALIA asume los trabajos de recuperación de espacios contaminados, la eliminación de focos latentes infectivos y el saneamiento de ambientes. Los tratamientos de desinfección tan necesarios en la lucha contra el avance de la epidemia

De acuerdo a las indicaciones de la Dirección General de Salud Pública en coordinación con la Subdirección General de Sanidad Ambiental y Salud Laboral en su “Procedimiento de actuación para los servicios de prevención de riesgos frente a la exposición al nuevo Coronavirus (SARS-CoV-2)”, se seleccionó el equipo de protección necesario y se estudiaron las recomendaciones expresas para esta crisis. Según este mismo procedimiento los técnicos que realizan los tratamientos de desinfección se encuadran entre el personal de “exposición de bajo riesgo”, dado que “interviene en situaciones donde la relación que se puede tener con un caso probable o confirmado no incluye contacto directo”.

Todos los elementos del equipo de protección deben estar certificados en base al Reglamento (UE) 2016/425 y se recomienda:

  • Utilizar EPIs desechables, o los elementos que no lo sean, que puedan desinfectarse después del uso, siguiendo las indicaciones del fabricante.
  • Escoger los EPIs de manera que garanticen la máxima protección con la mínima molestia para el usuario. Seleccionar correctamente tallas, diseños o materiales para una adaptación adecuada.
  • Cuidar la correcta colocación de los EPIs para evitar posibles vías de entrada del agente biológico, así como la pertinente secuencia de retirada de los mismos para evitar el contacto con zonas contaminadas y/o la dispersión del agente infeccioso.

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