Limpieza, higiene, salud y calidad del aire a través de la fotocatálisis

Que en la actualidad nos vemos inmersos en un proceso de cambio a todos los niveles, no es ya una novedad. De esta convulsa situación poco a poco vamos conociendo modelos de negocio, soluciones y proyectos innovadores, e impensables hace unos años. Proyectos que ponen el foco en asuntos que antes tampoco eran tan importantes, este es el caso de la Calidad Ambiental y su relevancia en el ámbito laboral, medioambiental y en la salud humana.

Leticia Duque

Limpiar, higienizar y atender la calidad del aire de los ambientes es el objetivo de la compañía Pureti y de sus soluciones, a través de la fotocatálisis.

La fotocatálisis es un proceso natural en el cual la energía luminosa alcanza un mineral (Titanio) y desencadena un proceso químico por el que se oxida de forma segura e instantánea la materia orgánica a nivel molecular, obteniendo vapor de agua y trazas de CO2.. Así nos lo explica la compañía, Pureti, con sede en Nueva York, quienes comenzaron su andadura en España en abril de 2013, con ejecutivos y accionariado totalmente locales.

Joaquín Piserra, CEO de Pureti Spain, quien cuenta con una larga trayectoria en los campos de la sostenibilidad y la optimización energética, así como en el sector inmobiliario, con más de 20 años de experiencia, nos explica que los comienzos de la compañía transcurrieron como experimentos con productos fotocatalíticos y nanotecnológicos en la Nasa, quienes a finales de 2011 otorgaron a la firma, y a sus productos, la categoría de partner tecnológico.

La Nasa ha explorado las tecnologías fotocatalíticas como un medio para el mantenimiento y la limpieza de ambientes espaciales como la Estación Espacial Internacional, “el éxito en dichas pruebas hace viable su aplicación tanto en el espacio como en la Tierra”, nos explican, por lo que la conclusión que comparte con nosotros Piserra es clara: “Las soluciones fotocatalíticas purifican el aire en la Estación Espacial Internacional y la de sus edificios en la Tierra”.

En el pasado, resultaba complicado medir la calidad del aire interior  (IAQ, término en sus siglas en inglés), Joaquín Piserra ya nos avanza que en breve esto cambiará: “Los medidores de calidad del aire de interiores eran extremadamente caros, ahora existen algunos por pocos cientos de euros y la tendencia es que en un par de años bajen a 100 euros.”

Además, asegura que en breve los smartphones (esos aparatos que ya son parte inseparable de nosotros mismos) “lo van a llevar incorporado”, y vaticina que “va a crear problemas con los empleados de muchos empresarios”. Los virus y las bacterias no vuelan -continua explicándonos-, ni los ácaros, “pero cuando se suben a una mota de polvo es como si viajaran en una alfombra voladora; y es entonces cuando hay riesgos de alergias y contagio de enfermedades. A pesar de que el nuevo RITE (Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios) obliga a limpiar cada año los conductos de aire acondicionado, son muy pocas las empresas que lo cumplen y el aire de sus oficinas está enrarecido y no es salubre”. Pureti asegura que reduce los componentes volátiles orgánicos en un 80%.

Inocuo y duradero

Sus soluciones (para fachadas de cristal y ventanas; para hospitales y salas blancas; para crear barreras y eliminar graffitis y para retirar chicles) son respetuosos con el medio ambiente. Los productos de la marca “están compuestos en un 98% de agua y en un 2% de nanopartículas de dióxido de titanio”. Una curiosidad: el dióxido de titanio es el componente principal de los dentífricos y cremas solares. “Es totalmente inocuo para la salud -insiste el CEO de la firma-, de hecho, también se encuentra en cremas blancas alimenticias como las de las conocidas galletas OREO”.

Las soluciones actúan en tres direcciones: sobre los olores, el polvo y el aire. La fotocatálisis es justo lo contrario a la fotosíntesis; la fotocatálisis oxidativa es el proceso por el que el dióxido de titanio oxida las partículas en suspensión, las superficies donde se aplique, verían reducida su necesidad de limpieza en un 50%, y los resultados durarían hasta 5 años, en exteriores, y 3 años en interiores, porque el producto se reactiva con la luz solar o artificial. “Los ahorros son impresionantes y la productividad de la limpieza aumenta vertiginosamente”, nos responde cuando le preguntamos por el principal valor de estas soluciones en cuanto a limpieza y mantenimiento. Además, “la superficies tratadas con Pureti no precisan productos químicos; un trapo húmedo o la misma agua de lluvia limpian los cristales”.


En la práctica

En la actualidad, la UE está realizando estudios en 25 ciudades miembro con Fondos Feder para aplicarlo masivamente para reducir la contaminación, nos informa, y nos pone varios ejemplos de su uso: “Tokio tiene mejor calidad del aire que Madrid o Barcelona, llevan 30 años utilizando cementos, pinturas y barnices fotocatalíticos. Renfe lo está probando en sus vagones de tren”.

Pureti trabaja en el Hotel Hilton Diagonal Mar (Barcelona), entre otros sitios. El principal beneficio se centra en que “ya no usan ambientadores en las habitaciones, han reducido la frecuencia de limpieza de sus cristales a la mitad y la principal queja de este tipo de establecimientos: el olor de las habitaciones, ha desaparecido”, resalta.
Según Piserri, se avecina una revolución. “El sector se ha convertido en un ‘commodity’, donde los márgenes son cada vez más estrechos y no se investiga en productividad. Nuestros productos redundan en la productividad y nuestros distribuidores están multiplicando sus beneficios”.