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Limpie Z as / Junio 2015 108 AÜRT Consultoría formación embargo, pese a presentar estos daños, puede estar perfectamente instalado. Para eliminar esos arañazos y devolver el aspecto original, podríamos proceder a un rebajado suave, solo con las pie- dras mas finas. Sin embargo, como ya no necesitamos tanta presión, podemos recurrir al diamantado, que se puede realizar con una rotativa normal en lu- gar de hacerlo con la rebajadora, con la ventaja de ser más ligera y maneja- ble. El diamantado es, por lo tanto, un microrebajado que tiene la función de eliminar desperfectos producidos por el desgaste, se realiza con la rotativa y no sirve para nivelar suelos mal coloca- dos. Utilizamos este tratamiento porque cuando un suelo ha llegado a un cierto nivel de deterioro, el cristalizado ya no responde, produciendo un brillo pobre. Además, el aspecto no es agradable y la limpieza se hace más difícil, y reparar el suelo mediante el diamantado puede dejarlo como el primer día. Al igual que en el rebajado, es necesa- rio refrigerar la acción mediante agua. Debemos extender agua en abundancia sobre el suelo y colocar el primer juego de diamantes (normalmente un grano equivalente a 120) bajo la ro- tativa en contacto con el sue- lo. Trabajaremos con pasadas lentas y cruzadas sobre una superficie pequeña de aproxi- madamente 2x2 metros, aña- diendo agua si es necesario. Finalmente, recogeremos la pasta formada mediante un aspirador y repetiremos la operación con los granos más finos. En suelo de tránsito intenso se puede considerar adecuado diamantar una vez al año. De todas maneras, el mejor criterio es la inspección visual, diamantando cada vez losas coincidan todas a la perfección. Para corregir los desperfectos de la insta- lación se procede al rebajado del suelo, que consiste en reducir el grosor del mis- mo con una máquina, hasta conseguir que quede liso y con las juntas al mismo nivel. Existen varias razones para rebajar el suelo, como por ejemplo para que la superficie esté totalmente a nivel o por motivos estéticos y de seguridad. Ade- más, es el paso previo para que se pueda cristalizar y, por lo tanto, impermeabilizar. En este tratamiento se utilizan unas máquinas especiales llamadas rebaja- doras, que disponen de un depósito de agua y un potente motor, y ejercen una alta presión. Equipada con piedras de magnesita de diferentes grosores, em- pezaremos por la piedra más basta a rebajar el suelo, refrigerando la acción a través del agua. Una vez recogida la pasta producida, con la ayuda de un aspirador, repetiremos el proceso con las piedras más finas, para alisar. … El diamantado. Un suelo desgastado pre- senta una serie de arañazos y desperfec- tos, a veces microscópicos, que le dan una apariencia de viejo y sin brillo. Sin que sea ostensible el deterioro del mis- mo y cuando se pretenda un nivel de apariencia muy elevado. Normalmente no es necesario diamantar toda la super- ficie, ya que el desgaste de la misma se concentra en las zonas de más transito. D escripción de suelos duros cristalizables … El mármol. Se encuentra en la natu- raleza en forma de carbonato cálcico metamórfico de estructura cristalina extrafina. El mármol varía considera- blemente en composición, estructura y apariencia. Muchos contienen óxidos metálicos que le imparten la jaspeada variedad de colores. Es fácilmente ra- yable y no acepta tratamientos ni de- masiado ácidos, ni alcalinos. … Piedra caliza. Se encuentra también en la naturaleza y también son carbona- tos, pero de Magnesio, denominándo- se entonces dolomitas. Son más frági- les que el mármol. … Terrazo. Es, actualmente, el más acon- sejable, por su acertada composición, que le da una considerable resistencia al tránsito, elegante presentación y fá- cil mantenimiento. Como inconvenien- te encontramos su elevada sobrecarga en la pavimentación. Se obtiene con la mezcla de cementos de elevada resis- tencia y partículas de mármol, influyen- do en sus características positivas la cantidad, calidad y grosor de las partí- culas de mármol. … El mármol compactado. En su consti- tución se ha partido del mármol como elemento decorativo, sustituyendo el cemento aglomerante por una resina especial polimerizable, lo que hace que en su momento pueda cortarse en láminas del grosor que se desee, así como en forma. El resultado es de las ventajas de un terrazo de muy reducida sobrecarga en la estructura edificada. 㔾

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