Limpiezas

42 Limpieza y su ámbito Limpie Z as / Febrero 2017 RECURSOS HUMANOS ción: aquellos trabajadores que proba- blemente más necesiten la formación menos opciones tienen para formarse. En la mayoría de los casos, la única opción que les queda es la formación presencial, sin embargo, el trabajador formado tiene más opciones para se- guir formándose ya que tiene acceso, no solo a la formación presencial, sino, aunque con las dificultades menciona- das, a la teleformación. Sería importante que entre todos: Gobierno, agentes sociales y centros de formación, hiciésemos una re- flexión al respecto, pues aún enten- diendo la necesidad de un mayor con- trol que evite una mala utilización de los recursos para la formación, existen modelos de formación que utilizando las TIC´s son más accesibles, flexibles, que se adaptarían a las necesidades de personalización del aprendizaje de los trabajadores, como los que se apli- can en las universidades a distancia y que, incluso, son superiores desde el punto de vista del aprendizaje, sin detrimento del seguimiento o control del aprendizaje, incluso compatibles con tutorías o clases presenciales en la modalidad mixta. Con el tiempo contaremos con da- tos suficientes para concluir que tam- bién este sistema ha fracasado. Pero mientras, el resultado no será otro que la existencia de una brecha formativa entre trabajadores, donde el más for- mado se seguirá formando y el menos formado y, por lo tanto el que más ne- cesita la formación, será el que menos formado esté. 㔾 a mero colaborador en las tutorías y eva- luaciones presenciales que se plantean fundamentalmente para evitar fraudes. Se desaprovecha de esta forma la posibilidad de que el profesor diseñe contenidos o que seleccione contenidos ya existentes disponibles en comunidades de aprendi- zaje abiertas y los adapte a la necesidad de formación específica. Se pone el foco en las plataformas y en los contenidos, y no en facilitar y adaptar el acceso a la formación y el aprendizaje a las personas. Estas decisiones no solo no mejoran, sino que agravan lo que viene siendo un handicap en el sistema de formación: los trabajadores más cualificados son los que más oportunidades de acceso tienen a la formación y los menos cua- lificados y con menos conocimientos tecnológicos los que van quedando ex- cluidos del sistema. En sectores como el de los servicios de limpieza y otros como el sector de ayuda a domicilio o servicios sociosanitarios, el problema del acceso a las oportuni- dades de formación se agrava, pues en estos sectores se da un alto número de trabajadores con escasos conocimien- tos tecnológicos o que no tienen acceso a las TIC. Pues no todo el mundo dispo- ne de una tablet, no todo el mundo tiene una cuenta de correo, no todo el mundo tiene un ordenador y, mucho menos, no todo el mundo tiene la formación básica para el manejo de estas herramientas. Sin embargo, estos trabajadores y sus empresas pagan su cuota de formación profesional como todos. En estos sectores nos encontramos claramente con la siguiente contradic- ha hecho de la modalidad de teleforma- ción es muy cuestionable. Lo es porque se hace más desde la perspectiva del control que desde la perspectiva de la efectividad del aprendizaje. En vez de utilizar la tecnología para hacer la for- mación accesible a los trabajadores, busca que los trabajadores y formadores se adapten a un modelo que facilita el control y dificulta el fraude. En este modelo los trabajadores se benefician, al igual que lo hacían en la formación a distancia, de poder hacer el curso sin presencia, salvo para las tutorías y evaluaciones presenciales, y sin horarios, salvo para las actividades síncronas. Pero no pueden, como lo ha- cían en la formación a distancia, seguir un curso personalizado, sino que deben incorporarse a un grupo cerrado y adap- tarse a la programación del curso. Se desaprovecha de esta forma la posibili- dad que tienen hoy en día los sistemas de teleformación (tipo Cursera, edX, etc.) para realizar un aprendizaje perso- nalizado y colaborativo en el contexto de comunidades de aprendizaje abiertas, más allá de un grupo cerrado. Por otra parte, las entidades que pue- den impartir teleformación no son ne- cesariamente los centros de formación, sino aquellas entidades que tienen una plataforma y un contenido que cumple con unos estándares dados. Estándares completamente especificados y que ne- cesariamente conforman el grueso del curso, y que no se encuentran hoy en día precisamente entre los de mayor acce- sibilidad y usabilidad, desde el punto de vista tecnológico, entre los que se dan en el mercado (ver nuevamente Cursera, edX, etc.). El papel del tutor es importan- te en la dinamización del curso, pero se encuentra restringido al limitarse su par- ticipación en el diseño del mismo y el papel de los centros. Aunque se les exige estar acreditados y equipados, se reduce Se pone el foco en las plataformas y en los contenidos, no en facilitar y adaptar el acceso a la formación y el aprendizaje

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