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34 Limpieza y su ámbito Limpie Z as / Febrero 2018 GESTIÓN Y CONTROL ¿Cambiar? no tengo tiempo, estoy en mi zona de confort L luís V era CEO de K losions E n la pasada feria de Hy- gienalia la mayoría de no- vedades estaban relacio- nadas con productos de limpieza, maquinaria y herramientas que permitían hacer el trabajo mejor o en menos tiempo. Había incluso novedades estéticas y conceptos intangibles como si inclu- yeran omega3 para diferenciar su pro- ducto, pero casi todo relacionado con el lado operativo del negocio. Pértigas de carbono para limpiar más alto, detergentes más eficaces, fregadoras industriales con más capa- cidad... Todo por el bien de hacer el trabajo mejor y más rápido. Pero realmente, la máxima preocu- pación de los empresarios es: : ¿Son rentables mis clientes? ¿Y mis trabajadores? : ¿Y la organización, gestión y control de costes? : ¿Soy ágil en la respuesta a mis clien- tes y en solventar mis incidencias? Sustituciones, bajas, etc. L a empresa “ tipo ” La gran mayoría de las empresas del sector de limpieza y servicios son pymes muy profesionales y ágiles en su labor operativa, pero más despreo- cupadas en sus tareas administrativas. Además deben coordinar a gran nú- mero de trabajadores y clientes para que el negocio sea rentable. La planificación de los trabajadores es un auténtico quebradero de cabeza y las personas encargadas de la plani- ficación deben tener todo organizado, con complejos cuadrantes y hojas de cálculo que sólo ellos son capaces de entender. Ahí radica el secreto del éxi- to de ese tetris. Es habitual encontrar empresas que tienen auténticos expertos en excel, que se han diseñado complejas hojas de cálculo para llevar la planificación y gestión de todos sus recursos. ¿Y si coge la baja? O peor aún, ¿y si se va de la empresa? ¿Qué coste representa tener esa dependencia de una persona o un ‘excel sagrado’? La gran mayoría de empresas utiliza un número superior a cinco aplicacio- nes o pseudo aplicaciones para llevar la gestión administrativa y operativa de su empresa. Gestor de correo, facturación, al- macén, word o excel para hacer presupuestos comerciales, dropbox o sucedáneo para almacenar los do- cumentos, contabilidad, outlook o un CRM para apuntarse las visitas o accio- nes con los clientes... Y finalmente lo que llamo yo, un ‘universo excel’ para gestionar el resto de ‘cosas’ de la empresa (empleados, planificación, cuadrantes, vacaciones, bajas, revisiones médicas, incidencias, entregas de material, etc.) y como no, todos estos programas sin estar inte- rrelacionados. Todo ello hace que, para llevar la ges- tión empresarial de manera realmente efectiva, sea necesario ser un experto en informática, invertir en varios programas de gestión y, sobre todo, disponer de mucho tiempo o gente en oficinas que nos vayan solucionando todo. E volucionar o morir A nivel tecnológico, estamos en una fase de cambio de filosofía en los pro- gramas de gestión y de adaptación de mentalidad por parte de los usuarios. Más o menos como con los coches eléctricos por poner un símil. Hasta hace poco, los programas de gestión eran ‘sota, caballo y rey’, ya que todos hacían prácticamente lo mismo (pedidos, albaranes y factu- ras), inventario, cartera, contabilidad y poca cosa más. Pero de la operativa de planificación y recursos pocos se preocupaban. El coste de un programa de ges- tión para una pyme era relativamente aceptable porque había que facturar sí o sí, pero fuera de eso si querías un programa más completo, algo más

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