Limpiezas 146

Limpieza y su ámbito FACILITY MANAGEMENT Parece que es ahora cuando por fin nos damos cuenta de la importancia de los individuos y de lo necesario que es meterlos en la ecuación del FM. Como prueba deciros que un modelo predictivo de percepción del cliente que desarrolla- mos hace varios años, es ahora cuando interesa a las grandes corporaciones. Vale decir que no causó tanto interés cuando se les presentó la primera vez, pero como dicen, más vale tarde que nunca. Seguro que esto ayuda a mejo- rar la visión que se tiene del FM y, sobre todo, la relevancia para las empresas. En otro orden de cosas, merece la pena recordar que la metodología del FM se aplica para dar soporte en otros ámbitos, y que van variando de tamaño dependiendo de la escala del modelo. De un pequeño espacio, o una planta, a un edificio completo; crece si son varios inmuebles juntos, como en un centro empresarial o un campus universitario, pero ¿y si es más grande?… ¿Por qué no pensar en una ciudad? Al fin y al cabo, lo que se necesita es cubrir ciertas nece- sidades similares a las de modelos más pequeños, como suministro de energía, iluminación, limpieza, seguridad, ¿no nos suena familiar? Parecido a la mayoría de los inmuebles, pero claro, a una escala mayor y con unas particularidades con- cretas. Como en cualquier modelo de FM, tendrá que centrase en unas cosas o en otras, dependiendo del tipo de negocio, que este caso es una ciudad. Pensemos quienes son los receptores del servicio: los ciudadanos, que son individuos y que además actúan como clientes ya que (casi) todos contribuyen económicamen- te. Además, las políticas o reglas de uso aquí van a ser leyes, lo que hace relativa- mente más fácil su cumplimiento. Desde un inicio y en muchos de los lugares donde se originó el término de la Smart City, la metodología empleada para cubrir esas necesidades se basaba dotarle de muchos servicios, por no decir ninguno. Este hecho debería ser suficientemente relevante como para tener a todos estos individuos en cuen- ta a la hora de dimensionar el soporte que precisan en cada caso y pensar de qué manera van a percibir aquello que se les proporciona, supuestamente para satisfacer sus necesidades. Los edificios no opinan, las personas sí, por eso la CI- FMers Conference de este año en Madrid la hemos titulado “El lado más humano del Facility Management – Relación con otras áreas de la organización” ya que estoy seguro de que si hacemos un es- fuerzo en pensar en los individuos, irá en beneficio de todos. en modelos de FM, donde se definían y contrataban los servicios de una forma óptima y pensando en los individuos. Es justo decir que allí (países nórdicos, Ingla- terra u Holanda) la madurez en temas de Facility Management es muy alta, y seguro que este detalle ayudó a lograrlo. Lo que ha pasado es que como no en todos los sitios se entiende igual la disciplina, se ha ido mutando el concepto hasta pensar o aceptar que, por poner WIFI en las plazas, cámaras por las calles y diodos Led en las farolas ya hay una Smart City, y perdón por el sarcasmo. En definitiva, que si una oficina, una universidad o una ciudad no estuvieran ocupadas o habitadas, no haría falta Desde un inicio y en muchos de los lugares donde se originó el término de la Smart City, la metodología empleada para cubrir esas necesidades se basaba en modelos de FM Marzo-Abril 2020 / Limpie Z as 95

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