ANECPLA reclama respuestas contundentes para evitar la expansión y asentamiento de la avispa asiática en nuestro país

Avispa asiática
ANECPLA

La avispa asiática (Vespa velutina) es una especie exótica invasora procedente de China que llegó a España hace ya once años. Desde entonces, su expansión por nuestro territorio no ha parado de crecer, siendo la zona del norte peninsular la más afectada. Y es que esta especie es capaz de poner en riesgo los ecosistemas, afectando además al bienestar de los animales y el medioambiente. Incluso, en 2020 llegó a causar la muerte por shocks anafilácticos a tres personas víctimas de su picadura. Por eso, desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) reclaman “una respuesta inaplazable y contundente” para contenerla y evitar consecuencias mayores.

Una amenaza a la biodiversidad y a la economía

La avispa asiática genera un gran impacto sobre la biodiversidad natural, ya que puede llegar a capturar entre 25 y 50 abejas al día. De un solo golpe las mata con su mandíbula y las lleva a sus nidos para alimentar a sus larvas. Esto, que puede parecer algo insignificante, puede poner en jaque la flora y fauna de las diferentes regiones, y generar un problema medioambiental. “Las abejas, uno de sus alimentos preferidos, son indispensables en el proceso de polinización. Y que este se siga desarrollando con normalidad es fundamental para preservar los ecosistemas y la biodiversidad. A ello debemos sumarle que las abejas están en peligro de extinción, lo que tensa aún más la situación”, explica Milagros Fernández de Lezeta, directora general de ANECPLA.

Por otro lado, la avispa asiática genera un enorme impacto económico sobre las explotaciones apícolas. Algunos apicultores de la zona norte de España ya han registrado pérdidas de abejas de hasta el 50%. “Se trata de una lucha en la que, desde las Administraciones Públicas, no siempre se tiene todo lo presente que se debería a las empresas de la sanidad ambiental”, asegura Fernández de Lezeta. Estas labores, añade, “en no pocas ocasiones se adjudican a trabajadores públicos, lo que implica que pueden llegar a desatender los cometidos que se les suponen; y, en cambio, ejecuten otros para los que en la mayoría de los casos no tienen la formación idónea”.

¿Cómo actuar contra la avispa asiática?

En 2020, las Islas Baleares se convirtió en la primera región de Europa que lograba erradicar la Vespa velutina. Fue un hito que se lograba cinco años después del primer avistamiento, en octubre de 2015 en la isla de Mallorca por un apicultor. El secreto del éxito ha estado en la puesta en marcha de un plan de ataque muy rápido, iniciado desde los primeros indicios. Su línea de actuación ha consistido en establecer un equipo de trabajo multidisciplinar capacitado en la creación de un protocolo de localización, seguimiento y destrucción de nidos a través de mapas de distribución y una red de alerta temprana para su prevención.

Por su parte, en el último año en Galicia se han eliminado más de 350 nidos con actividad situados principalmente en las copas de los árboles. Gracias al programa de vigilancia y control y la colaboración ciudadana para su control, parece que el proyecto está dando resultados.

Unión de cara a la Administración

En este sentido, agricultores y apicultores se han unido para reclamar una mejor gestión por parte de las administraciones con su control. Además, demandan una mayor inversión de I+D para mejorar los mecanismos que se están empleando para frenar esta especie invasora.

Lo cierto es que, en los planes puestos en marcha desde las administraciones públicas, las empresas de gestión de plagas no suelen aparecer. “Dejarlo en manos de personas que no tienen la formación suficiente puede tener consecuencias terribles más allá de la propia seguridad de los que desarrollen estas tareas, pues el daño que pueden causar a la biodiversidad con métodos caseros o no apropiados puede ser mucho mayor que aquello que se trata de contrarrestar erradicando esta avispa”, señala la directora general de ANECPLA.

ANECPLA lleva varios años denunciando las injerencias en el control de esta especie. “Además, el problema de esta plaga se abordaría de una forma más directa e integral implicando a un sector especializado. No solo conoce mejor los productos o técnicas a utilizar para la retirada de nidos, sino también la propia biología de la especie. Además, sabe cómo ejecutar medidas de prevención, que en muchos casos pueden llegar a ser mucho más eficaces que las del propio control”, concluye Fernández de Lezeta.

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