Chinches, un compañero de viaje inesperado que se multiplica en verano

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ANECPLA

Llega el verano, el buen tiempo, las vacaciones y, con todo ello, también las chinches. Por eso, desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) recomiendan no bajar la guardia con respecto a esta amenaza estival. Las chinches son insectos parásitos que anidan en las camas y se alimentan de sangre humana. Su picadura genera molestias e, incluso, reacciones alérgicas diversas, insomnio o estrés.

Ahora bien, el problema de las chinches no es solo las picaduras que nos podemos llevar del alojamiento en el que veraneemos; sino que, además, son unos magníficos polizones que pueden acompañarnos de vuelta a nuestros hogares y encontrar en nuestros colchones un nuevo lugar donde anidar y proliferar.

Si bien esta especie quedó erradicada en Europa desde el final de la II Guerra Mundial, desde hace una década ha reaparecido. Su presencia se ha visto exponencialmente incrementada como consecuencia de varios factores. El aumento de la movilidad y tránsito de personas, los mayores niveles de contaminación y la subida de las temperaturas son algunos de ellos.

“Las chinches no saltan ni vuelan, pero son insectos que se adhieren muy fácilmente a la ropa, los equipajes, los muebles u otros objetos”, explica Milagros Fernández de Lezeta, directora general de ANECPLA. “Esta es una de las razones principales por las que tenemos que estar alerta en esta época de verano. Los viajes, las estancias en apartamentos turísticos o los alojamientos en hoteles favorecen la expansión de esta especie”. Y advierte: “Es importante mantener las medidas higiénico-sanitarias adecuadas, además de permanecer atentos y vigilantes para asegurarnos de que nadie se vuelva a casa con un pésimo recuerdo vacacional”, asegura.

Las chinches, unos insectos muy molestos

Las chinches son pequeños insectos que miden alrededor de 6 milímetros de largo. En palabras de Fernández de Lezeta, “es muy usual relacionar la proliferación de esta especie con la suciedad. Sin embargo, en realidad tiene que ver más con la globalización y el turismo. Su presencia puede provocar graves consecuencias en el sector económico, ya que la presencia de chinches en un negocio puede arruinarlo por completo”, añade.

La picadura de chinches de cama pueda generar reacciones alérgicas en la zona, además de innumerables molestias. También es frecuente que generen ansiedad y problemas para dormir. En cuanto al tratamiento de la picadura, se recomienda lavar la zona con agua y jabón y, en caso de irritación fuerte, aplicar un calmante. Si se percibe una reacción alérgica, se recomienda acudir al médico lo antes posible para su tratamiento.

“Una vez detectada su presencia”, advierte Fernández de Lezeta, “es muy importante evitar emplear insecticidas domésticos para su eliminación. Y es que, al basar su actividad en el repelente, generan el efecto contrario al pretendido extendiendo la plaga a espacios cercanos y zonas colindantes”. Por eso, según Fernández de Lezeta, “es importante que, para eliminarlas definitivamente, los encargados de abordar el problema sean servicios profesionales con conocimientos específicos”, concluye.

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