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Coronavirus: con las bacterias pegadas en los zapatos

Zapatos, coronavirus, virus, contaminación

En muchos países del mundo existe la tradición de dejar los zapatos en la entrada de la casa en una zona habilitada para ello antes de que apareciera el coronavirus. Noruega, Suecia, Finlandia o Islandia en el norte de Europa; o Japón, China, Marruecos o Filipinas al otro lado del mundo son algunos de ellos. Los orígenes de este hábito son diferentes de un punto a otro del planeta. Pero lo cierto es que es una sana costumbre desde el punto de vista higiénico.

Pensémoslo bien. Las aceras y calzadas de las calles de cualquier parte del mundo están llenas de suciedad y bacterias. Incluso aquellas en las que no hay suciedad visible es innegable que el suelo siempre está sucio. Millones de bacterias, partículas de contaminación, restos de fluidos humanos y animales, restos de comida… Todo ello se pega a la suela de nuestros zapatos con los que después entramos tranquilamente caminando en nuestra casa. ¿A que ya no ve con los mimos ojos el felpudo de su puerta?

La higiene previene enfermedades causadas por hongos, virus o bacterias

La higiene de los suelos es imprescindible para mantenerse fuera del ataque de las bacterias. Si bien los niños son los más propensos, también los mayores pueden ser víctimas de las molestias causadas por las bacterias.

Normalmente el cuerpo humano aloja microorganismos de variada índole. Sin embargo, solo algunos son útiles para el funcionamiento del organismo. Las alergias pueden ser producidas por una reacción de las vías respiratorias ante un factor externo al cuerpo que ingresa y no es tolerado. El cuerpo humano, inmediatamente después de haber detectado la presencia de algún elemento externo, segrega sustancias para intentar expulsarlo. Existen soluciones variadas para evitar que las bacterias provoquen luego alergias. Una de ellas es la instalación de un depurador que estabiliza el aire.

En PHS Serkonten sabemos que además hay ciertos lugares en los que es necesario mantener unas condiciones estrictas de higiene como hospitales, guarderías, residencias de mayores, instalaciones deportivas y spas. Llevamos más de 30 años asesorando a nuestros clientes y ofreciéndoles soluciones higiénico-sanitarias integrales que les ayuden a conseguir los ratios de limpieza e higiene necesarios para ofrecer un servicio de calidad a sus clientes. Según nuestra experiencia, es fundamental mantener a raya, en la entrada de la calle, a gérmenes, bacterias y todo tipo de suciedad. Además, precisamente en esos lugares donde la higiene es mucho más necesaria, no se puede entrar descalzo. ¿Qué podemos hacer?

Un suelo que parece limpio no tiene por qué estar limpio

Los suelos que parecen sucios suelen ser peores, pero hasta los suelos que se ven limpios pueden contener bacterias. ¿Por qué? Algunos gérmenes pueden sobrevivir en el suelo durante un largo periodo de tiempo. Y, a no ser que dispongas de un potente microscopio, no podrás comprobar cuántos gérmenes contiene. Por lo tanto, lo más probable es que haya bacterias viviendo en el suelo. El primer paso es colocar una barrera de entrada. Una alfombra o al menos un felpudo, es un primer elemento esencial para frenar la suciedad que traemos de la calle en nuestros zapatos.

En la actualidad, existen numerosos tipos de alfombra que tienen como objetivo proteger los suelos de la suciedad y la humedad transportadas por el calzado

Estas alfombras son lavables, lo que garantiza que se pueden mantener en perfecto estado. Existen además alfombras antisuciedad que retienen la suciedad y la humedad transportada por el calzado, ayudando a mantener los suelos limpios por más tiempo. Al mismo tiempo se evitan resbalones y caídas por su capacidad adherente. Para una prevención más profunda, existen también las denominadas alfombras antibacterianas de drenaje que combinan propiedades antimicrobianas, antideslizantes y antifatiga.

Limpieza alfombra

Una vez que hemos colocado esta primera barrera, el siguiente paso es llevar a cabo una limpieza eficaz del suelo. Para ello, hay que tener en cuenta lo siguiente:

  • Comenzar la limpieza de la zona menos sucia a la más sucia, y de arriba hacia abajo.
  • Las superficies altas deben limpiarse con un elemento impregnado con un agente de limpieza que evite que se disperse el polvo.
  • Hay que observar si hay manchas en el cielorraso o en las paredes provocadas por pérdidas de las cañerías. En ese caso pueden desarrollarse hongos ambientales.
  • En caso de derrames de fluidos corporales sobre las superficies, se deberá proceder de la siguiente forma: colocarse guantes, cubrir la superficie con papel absorbente, retirar la mayor cantidad de suciedad, tirar el papel y, por último, proceder a realizar la limpieza en forma habitual.
  • Limpiar el suelo de los baños adecuadamente por lo menos una vez por día
  • Eliminar hongos en uniones de azulejos baldosas y bañeras.
  • La limpieza debe ser realizada con movimientos en una sola dirección para no volver a ensuciar las áreas que ya han sido limpiadas.
  • Repetir la limpieza siempre que sea necesario.

En el caso de guarderías, donde los niños pasan la mayor parte del tiempo en el suelo y continuamente hay juguetes, etc.; o en hospitales, la técnica a emplear será la de arrastre por medios húmedos. El fregado es la acción más importante, ya que provoca la remoción física de los microorganismos. La manera correcta de hacerlo es la siguiente:

  1. Lavado y fregado con agua jabonosa y/o detergente.
  2. Enjuagado y secado.
  3. Desinfección con hipoclorito de sodio (lavandina) diluida al 0,1%.

Además de la forma en que debe limpiarse y de los productos más adecuados para hacerlo, es también importante contar con utensilios adecuados. La Mopa Roja que comercializa PHS Serkonten, por ejemplo, ha sido diseñada por profesionales de la limpieza para que el personal pueda trabajar con mayor eficacia que con otras del mercado. Supone un ahorro del 50% del tiempo empleado en la limpieza porque no es necesario barrer ni fregar el suelo antes de su utilización ni hay que utilizar producto alguno para su limpieza. Todo ello con una herramienta más ligera y con menor coste.

Además, su eficacia está probada, puesto que al estar compuesta por cinco hileras de flecos de algodón puro, puede retener más del doble de suciedad que cualquier otra mopa estándar en una sola pasada, ya que, además, los flecos de diferentes tamaños permiten un contacto máximo con el suelo. Pero lo más importante desde el punto de vista de la higiene es que la mopa roja es tratada a una temperatura controlada con una impregnación del fluido Dust-Tex, cuya exclusiva fórmula proporciona la máxima retención dejando el suelo libre de residuos, y garantiza el rendimiento máximo de la mopa y un alto poder desinfectante. El aditivo tiene un registro bacteriostático en EPA.

Suelos vs alfombras

Las alfombras suelen ‘brillar por su ausencia’ en el tipo de instalaciones de las que estamos hablando. Prescinden de ellas en hospitales, guarderías, residencias de mayores… Por algo será. Lo cierto es que, aunque estéticamente son muy atractivas, si no se limpian de una forma adecuada pueden convertirse en un nido de suciedad de la más peligrosa, es decir, de la que no se ve.

En general, una alfombra que no está bien limpia alberga agentes contaminantes que al ser inhalados incrementan las posibilidades de contraer infecciones respiratorias

La aspiradora es ideal para limpiar los alfombrados porque remueve los focos infecciosos sin levantar polvo al resto de los muebles de la estancia. Los olores son una muestra segura de la presencia de bacterias, pero incluso cuando no son perceptibles por el olfato pueden crecer. Al quitar las manchas de la alfombra, produzcan o no mal olor, se previenen las reacciones alérgicas.