Las ciudades, foco principal de zoonosis y plagas con potencial pandémico

ANECPLA
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El pasado 5 de julio tuvo lugar la jornada ‘Organismos de riesgo para la Salud Pública’, organizada por la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), donde se advirtió que las zonas urbanas constituyen el principal núcleo de riesgo de transmisión de enfermedades vectoriales y plagas debido a la creciente presencia en ellas de vectores como mosquitos, roedores, etc.

Ante esta crítica situación, ANECPLA reclama que los profesionales de la gestión de plagas y Sanidad  Ambiental tomen medidas urgentes, ya juegan un papel crucial en el control y minimización de estos riesgos, cada vez mayores a consecuencia de la globalización, el cambio climático y la deforestación de zonas salvajes en todo el mundo.

“Nos encontramos en un momento histórico crítico. Acabamos de transitar una pandemia y eso nos ha hecho aumentar nuestra sensibilidad hacia los riesgos que existen para la Salud Pública. Uno de los más importantes a día de hoy es la concentración en las zonas urbanas de vectores como los mosquitos, las garrapatas o los roedores, transmisores de enfermedades con un potencial pandémico enorme”, ha denunciado Sergio Monge, presidente de ANECPLA.

Organismos de riesgo para la Salud Pública

En la jornada participaron algunos de los más relevantes expertos en Salud Pública y gestión de organismos nocivos, como Javier Lucientes, catedrático de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, quien alertó del alto número de enfermedades latentes que existen en todo el planeta y de las que tanto aves como mosquitos son capaces de vehicular de un extremo al otro del mundo en muy poco tiempo. “No existen enfermedades estancas acotadas en determinadas zonas del planeta. Las aves pueden llevar consigo en sus migraciones vectores como por ejemplo las garrapatas, transmisores de graves enfermedades, a lugares muy lejanos de su punto de partida en muy poco espacio de tiempo. Y ahora mismo, con el calentamiento global, muchos de estos vectores son capaces de sobrevivir y reproducirse en latitudes que hace unos años era impensable”, ha explicado Lucientes, quien ha ejemplificado esta realidad con la fiebre hemorrágica Crimea, una enfermedad tropical transmitida por garrapatas, de la que en los últimos años han surgido no pocos casos en determinadas zonas de Europa, entre ellas España.

Algunas de las medidas más eficaces para contener, en la medida de lo posible, este tipo de enfermedades vectoriales y plagas pasan por: evitar el continuo aumento de temperaturas a nivel global, para la deforestación, realizar una vigilancia entomológica y desinsectación exhaustivas de medios de transporte (especialmente barcos madereros), desarrollo de la medicina tropical y la incentivación de las vacunas y profilaxis para aquellas personas que vayan a viajar a zonas de riesgo, como ha enumerado Oscar Soriano, del CSIC.

Los vectores, transmisores de enfermedades y plagas

Las garrapatas son, solo por detrás de los mosquitos, los vectores con un riesgo mayor de transmisión de enfermedades tan graves como pueden ser la enfermedad de Lyme, la fiebre hemorrágica Crimea o la fiebre exantemática mediterránea, transmitidas por los tres géneros de garrapata presentes en España con mayor importancia sanitaria: Ixodes, Hyalomma y Dermacentor, respectivamente. Así lo ha dejado patente Sonia Olmeda, de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, quien ha evidenciado el hecho de que el calentamiento global está afectando a la capacidad de adaptación de estos artrópodos, con un elevado potencial de transmisión de enfermedades vectoriales.

“Es más que posible que el número de roedores supere al de sus ciudadanos en muchos de los núcleos urbanos de todo el mundo”, ha afirmado Márius V. Fuentes, de la Universidad de Valencia. Una cifra más que alarmante si tenemos en cuenta que el 60% de las enfermedades y plagas que afectan al ser humano son de origen zoonótico y los roedores juegan un papel fundamental en la transmisión de estas zoonosis.

“En España se registran alrededor de un centenar de casos de leptospirosis cada año”, afirma Fuentes. “Pero no es la única enfermedad transmitida por roedores que registra casos en nuestro país, también se han registrado casos de peste bubónica y neumónica, fiebre tifoidea, Hantavirus y, más comúnmente, de salmonelosis”.

El enfoque One Health

Para hacer frente a este amplio mapa de riesgos, Carolina Sánchez, de la Junta de Andalucía y presidenta de la Sociedad Española de Salud Ambiental (SESA) ha abogado por su abordaje a través del enfoque One Health (Una Sola Salud). Un paradigma que, en un contexto como el actual, donde fenómenos como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas naturales están favoreciendo la aparición de enfermedades emergentes como consecuencia del mayor contacto entre la vida silvestre, los animales de abasto y los humanos, reclama un cambio de paradigma que aúne la salud humana, animal y ambiental de forma global como la única vía de afrontar con éxito los problemas de salud pública actuales y futuros a nivel mundial.

Por último, Rubén Bueno, director técnico de Laboratorios Lokímica, ha recordado que el sector lleva implantando este enfoque One Health desde hace años a través de la ejecución de la Gestión Integrada de Plagas y ha demandado la necesidad de una mayor formación del sector, imprescindible para cumplir adecuadamente su función fundamental de contención de la expansión de especies plaga y la minimización de sus riesgos asociados para la Salud Pública.

Para cerrar la jornada, el director de ANECPLA, Jorge Galván, ha agradecido a todos los ponentes y asistentes su participación en el evento y ha recordado la importancia de que la normativa actual, que únicamente regula el sector por la utilización de productos biocidas, regule también la propia actividad de gestión de organismos nocivos. Y es que, tal y como ha denunciado Galván, en ANECPLA creemos en la profesionalización, pero la normativa ahora tiene que dar soporte a todo el esfuerzo que lleva haciendo durante décadas el sector. No tiene ningún sentido que tengamos que competir con personas que, sin la formación adecuada que, a día de hoy, no se les exige, lleven a cabo gestión de organismos nocivos a precios muy inferiores y sin ninguna garantía de seguridad y eficacia. Nuestra reivindicación es clara y juega a favor de la Salud Pública y por tanto de toda la sociedad”.

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