Café de Redacción: Adaptación en un escenario mejor

Los profesionales siguen luchando, continúan adaptándose a las circunstancias cambiantes, derivadas de distintos ámbitos: economía, política, sociedad, normativas, tecnología, turismo…. No obstante, el mercado se encuentra en un escenario con mejores perspectivas, pasada ya la ‘tormenta’ de la crisis.
A pesar de todo, la profesionalización del sector (de todos sus profesionales) y de los responsables de la contratación del servicio resulta clave para avanzar, en opinión de los invitados a este Café de Redacción.

Limpieza e higiene profesional en la Comunidad Valenciana.
Leticia Duque

En esta edición, el ‘Café de Redacción’ con el que cada dos años nos acercamos a varias comunidades autónomas, tuvo lugar en Valencia, concretamente, en la sede de la Asociación de Fabricantes Españoles de Productos de Limpieza e Higiene, ASFEL. Los profesionales que acudieron a la cita fueron: Juan Carlos Cebriá (ASFEL), Antonio Alberola (Cleanity), Daniel Perello (Disarp), José Antonio Zamora (Disarp), Salvador Pons (Dydsa), Antonio Bartual (Eurosanex), Víctor Albero (Mopatex) y Emilio Pitocchelli (Netya). Por parte de la revista Limpiezas estuvieron presentes: Antonio Borredá, director de la publicación y quien hizo las veces de moderador; Mariví Gómez, directora de Relaciones Institucionales de la editorial Borrmart; y Leticia Duque, subdirectora de la revista Limpiezas.

Como viene siendo habitual, estos encuentros suelen comenzar con una valoración general de la situación del mercado, la economía y, últimamente, la influencia de las decisiones políticas, que condicionan y dibujan uno u otro panorama presente y futuro.

De esta manera, Juan Carlos Cebriá comenzó valorando la importancia que tiene la comunidad valenciana para el sector de la limpieza e higiene profesional, para a continuación indicar que: “Hace dos años, recuerdo que estábamos saliendo de la larga ‘travesía’ que fue la crisis, y aún teníamos cierto temor; nos veíamos reflexionando sobre dónde nos había llevado. Han sido años duros pero ahora las sensaciones son otras”.

Para Cebriá, el sector de la limpieza e higiene profesional era un mercado que “se confeccionaba día a día con esfuerzo”, después la coyuntura económica forzó una “situación de nula rentabilidad, con pérdida de beneficios para los fabricantes y distribuidores, y que bajo ningún concepto se esperaba”. Con ella, todo el sector entró en “una guerra de precios absurda, que no ha dejado ‘cadáveres’ pero ‘heridos’, muchos”.

Ahora, “la situación es algo más halagüeña, aunque queda pendiente conseguir la rentabilidad y trabajar con más ‘alegría’, lo que nos permitiría innovar, mejorar los productos y desarrollar nuevas fórmulas con el objetivo de que el cliente final adquiera un buen producto y al fin y al cabo lleguemos a un punto de win-win”, argumentó.

Cebriá insistió además en la profesionalidad de las compañías, y espera que, a pesar de las distintas estrategias -mejores o peores- (bajada de precios, nuevas divisiones, expansión, exportación, marcas propias, productos ecológicos, etc.), que las empresas han llevado a cabo en los últimos años, se hayan sacado lecciones ya aprendidas”, concluyó.

Antonio Bartual observa, en los dos últimos años, “una mejora del sector en facturación, pero a base de mucho esfuerzo por parte de los comerciales, que ‘pelean’ por un producto de bajo precio y poca calidad”. Para, Bartual “todo continua igual” en lo que se refiere al precio: bajadas, guerra, etc.; “solo con esfuerzo las empresas vamos sobreviviendo”.

Limpieza e higiene profesional en la Comunidad Valenciana.

Por otro lado, Antonio Bartual se centró en la superioridad de los productos profesionales frente a los domésticos, para explicar que, en la actualidad, estos últimos son mucho más caros, e incluso en algunos casos de mejor calidad. “Nosotros deberíamos vender unos productos de mayor calidad y mucho más caros, porque se venden al canal profesional, donde las necesidades son distintas y la eficiencia y calidad es mucho mayor”, comentó. Informó de que el mercado está demandando productos más baratos, y “aunque ampliemos el volumen de productos vendidos, la facturación no se incrementa”.

Por lo tanto, para Bartual “no es razonable la bajada de los precios, pues las empresas necesitan ganar dinero para mejorar, para investigar, para desarrollar; no podemos pensar en sacar dinero solo para pagar nóminas, el objetivo de la empresa es ganar dinero siempre para mejorar, para impulsar al sector”.

La queja genérica es la existencia de determinadas empresas que venden productos de mala calidad a precios muy reducidos.

Distinguió Salvador Pons el problema con los márgenes y los precios en función de algunas zonas. “El precio viene influido por el poder negociador de las centrales de compras”, dijo. “En zonas como Madrid sí es cierto que el precio está devaluado, pero en otras áreas es razonablemente un precio de mercado  con el que poder mantener un margen y sacar un beneficio que revierta en la empresa y en el propio sector”.

Por sectores, Pons explicó que los que requieren de mayor negociación “suelen ser los grandes, como el hotelero, porque están acostumbrados a contar con distintas ofertas”. Asimismo, reconoció también que empieza a ver “la especialización o profesionalización de algunos sectores, que buscan innovación, eficiencia, versatilidad, seguridad y ergonomía. Y para desarrollar esto es muy importante la I+D+i. En nuestra compañía, estamos en esa línea y hoy en día vemos frutos en esa apuesta. Nuestra filosofía es seguir por ese camino”, confesó.

En última instancia puso encima de la mesa la constatación de que en el extranjero las certificaciones como la ecoetiqueta europea son muy importantes, “y lo que no sea Ecolabel, fuera de España se piensa que es malo”. En conclusión, según su opinión, debemos apostar por la innovación y lo sostenible.

Para Emilio Pitocchelli, el principal problema del sector, es que éste “sigue sin profesionalizarse, y cuando un sector no es profesional al cien por cien, arrastra los mismos problemas”.

Las compañías “quieren innovar, aportar al mercado valor, pero el problema -repitió Pitocchelli- que sigue habiendo en el sector es que no se profesionaliza, porque el que limpia no sabe cómo hacerlo, no está formado. Si no conseguimos tener una formación de la persona que utiliza el producto, seguiremos igual”, aseguró. La cuestión radica en que haya formación para el utilizador del producto, sea éste un químico, una herramienta, un dosificador o una máquina. Pitocchelli diferenció, eso sí, entre la empresa de limpieza “para la que seguirá siendo un gasto, no una inversión”. O la industria, donde “sí están profesionalizados, donde se habla con un técnico en calidad y no con una persona con un «excell»”.

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