Pedro Rodríguez Presidente fundadorQuimeltia

Quimeltia: “Las empresas pequeñas del sector químico están apostando por cuidar la sostenibilidad del planeta”

Pedro Rodríguez, presidente fundador de Quimeltia_2

En esta entrevista, Rodriguez califica de “buena química” la relación existente entre Quimeltia y las pymes y micro pymes del sector. Se han convertido en los mejores aliados para alcanzar los retos de la sostenibilidad e innovación que demanda el contexto actual. Además, la asociación se ha propuesto conseguir que este colectivo participe más en el diálogo social. También aborda la situación actual del sector, los frenos legislativos y el horizonte para 2023.

Desde la asociación Quimeltia, ¿qué balance hacen del año 2022 para pymes y micro pymes del sector químico?

En términos generales está siendo un año extraño. De pronto las perspectivas se tornan absolutamente negras, como la realidad demuestra que restaurantes, hoteles, cafeterías y consumo institucional mantienen el tipo gracias a las recuperaciones históricas de visitantes y consumos que estamos teniendo. Todo ello nos está llevando a problemas con los suministros, desbarajustes en los flujos de plantillas y roturas de stocks que se traducen en una elevación de precios, pero a cambio de menor entrega y por tanto menor cantidad de unidades vendidas. Habrá que esperar a los números finales del año para saber cómo ha sido realmente este 2022. Personalmente tengo la impresión de que la cifra de beneficios va a subir respecto a 2021, pero seguro que nadie piensa en que la situación es mejor que la de 2019.

Por otra parte, me gustaría resaltar que estoy convencido de que 2022 ha sido, o está siendo, el año en que las empresas pequeñas del sector químico se pusieron del lado de los que pensamos que es obligación de todos cuidar la sostenibilidad del planeta. Esto no es cuestión solo de las grandes corporaciones que se anuncian muy sostenibles, pero después son las que más contaminan; sino de todos y cada uno de nosotros, siendo realmente las pequeñas acciones de cada uno las que, al final sumadas, lograrán parar la locura que estamos haciendo con esta herencia que hemos recibido y que tenemos que dejar a las generaciones futuras. La publicación de la Ley 7/2022 de 8 de abril de 2022 de Residuos y Suelos Contaminados nos va a obligar en estos temas, pero creo que no es precisamente la legislación lo que ha provocado esta percepción, sino la conciencia de la gente, derivada de la situación postpandemia, la crisis de materias primas y de la logística internacional, la guerra de Putin, la amenaza del uso de armas nucleares, la subida de precios, etc. Todo ello está consiguiendo que evolucionemos hacia una conciencia mucho más sostenible. Y estoy seguro de que en los próximos meses lo vamos a ver.

Defina la capacidad de innovación de este sector.

La sacudida que ha supuesto la pandemia y la obligación de virar hacia las necesidades reales del mercado ha conseguido que las pequeñas empresas sean aún más dinámicas de lo que ya eran. Nuevos productos y servicios se han orientado hacia dichas necesidades en tiempo récord. El sector ha aprendido a no estarse quieto y detectar las oportunidades que las épocas de crisis hacen aflorar, a ayudar a sus clientes proporcionándoles soluciones diferentes que en unas ocasiones suponen auténtica innovación disruptiva y en otras una innovación evolutiva de menor impacto, pero también de alineamiento con las necesidades del mercado.

Desde Quimeltia la innovación es nuestro primer reto. Venimos al trabajo con la necesidad absoluta de pensar actuaciones innovadoras para nuestros asociados. Desde nuestra fundación en 2015 lo vamos consiguiendo, con dificultades, es cierto, con la incapacidad para comprendernos muchas veces que muestran las propias Administraciones públicas y con las zancadillas constantes de las grandes corporaciones, pero creo que los hechos están ahí. Y vamos a seguir con ello, puesto que otros muchos retos están por llegar, incluso de manera inmediata.

¿Cómo afecta la legislación actual a las pymes?

La carga legislativa existente en el sector les perjudica mucho más que a las grandes empresas por dos motivos fundamentalmente. El primero porque cualquier tema que se pondere en términos absolutos siempre perjudica al que menos recursos tiene. Dos ejemplos: uno, si debe pagarse una tasa por la autorización de un producto, esta habitualmente es fija, sea cual sea el tamaño de la empresa, y eso es absolutamente injusto. Y dos, si aparecen diez regulaciones cada tres meses que afectan a una empresa, química en nuestro caso, una gran empresa siempre puede disponer de personal preparado para afrontar esas obligaciones, mientras las pymes tienen mucho más difícil entender realmente cómo le afectan.

El segundo motivo tiene que ver con que solo son las grandes empresas las que tienen capacidad de influir a través de sus poderosos lobbies en las administraciones que hacen las legislaciones, resultando un sistema de cumplimiento legal que siempre perjudica al más pequeño.

Pedro Rodríguez, presidente fundador de Quimeltia_1

El futuro pasa por la sostenibilidad. ¿Qué está haciendo el sector en este sentido?

En este momento estamos armándonos para colaborar en el gran reto de la humanidad que es la sostenibilidad. Y cómo no, el gran reto del sector. Porque el sector químico, como se ha dicho para otras realidades con una frase realmente acertada, será sostenible o no será. Queremos decir con ello que los tiempos en que las grandes petroleras ponían en el mercado materias primas que después se han mostrado absolutamente peligrosas para la raza humana, los animales y ecosistemas del planeta se ha acabado.

Hoy día esas mismas grandes corporaciones tienen que invertir millones de euros en garantizar el respeto al medioambiente de sus sustancias, lo que ha supuesto una victoria para los consumidores. Nuestro papel, el de las pymes en este tema, es llevar un producto al mercado con los mejores estándares de sostenibilidad. Para ello, hay dos temas en el sector que son fundamentales: uno es el uso de materias primas cada vez más sostenibles y que estén avaladas por legislaciones al respecto como la etiqueta ecológica europea Ecolabel o la certificación Ecocert y sistemas similares. Y el otro es que las operaciones de entrega del producto, incluida la recogida de los envases, sean cada vez más sostenibles.

El tema de la recogida de los envases de los productos puestos en el mercado es uno de los grandes problemas para la sostenibilidad del sector y se ha puesto de manifiesto ya sin más tapujos con la entrada en vigor de la Ley 7/22 de Residuos y Suelos Contaminados. Dada la preocupación existente entre nuestros afiliados, Quimeltia va a iniciar, antes de que finalice 2022, un nuevo proyecto para que las empresas puedan colaborar en este tema, compartiendo costes y haciendo más eficientes las operaciones de recogidas de envases a que va a obligar esta legislación.

¿Cuántas empresas forman parte de Quimeltia? ¿En qué ámbitos trabajan?

Actualmente Quimeltia cuenta con 219 afiliados que suponen casi el 8% de todas las empresas del sector químico nacional. Tenemos fuerte implantación en Andalucía, Canarias, la Comunitat Valenciana, Galicia, Madrid y Cataluña, donde existen asociaciones empresariales propias y que son las que conforman Quimeltia Federación. Esperamos para 2023 constituir también las agrupaciones de Murcia y Extremadura, que se quedaron pendientes al llegar la pandemia, aunque contamos con empresas también en las dos Castillas, Aragón y País Vasco.

Los sectores en los que desarrollan principalmente su actividad nuestros asociados son los siguientes: fabricación y distribución de productos químicos para detergencia doméstica e institucional, desinfectantes y biocidas, productos para tratamiento de las aguas tanto de consumo como para piscinas públicas y privadas y accesorios para la limpieza e higiene en el ámbito doméstico, HORECA e institucional.

¿Cómo animaría a formar parte de Quimeltia? ¿Qué ventajas tiene?

Nos gusta mostrar a nuestros asociados cómo les hemos hecho ahorrar desde 2015 más de 30 millones de euros al unirse en proyectos donde prima la eficiencia y el ahorro de costes. No es que cada empresa haya ahorrado una media de 140.000 euros por pertenecer a Quimeltia (las medias siempre son injustas), sencillamente es que algunas de ellas habrían dejado de existir de no sumarse a las soluciones que Quimeltia da al cumplimiento legal, articulando proyectos en los que se comparten gastos.

La función principal de Quimeltia es poner al alcance de nuestros asociados proyectos a los que por ellos mismos les resultaría muy difícil o imposible llegar. Por ejemplo, ahora con el tema de residuos de envases. Es prácticamente impensable que una empresa que trabaje a escala nacional piense en recoger todos los envases que pone en el mercado, algo a lo que por otra parte va a estar obligado desde ahora. Para el destino doméstico, esto lo solucionó ECOEMBES, en su día; pero para el sector HORECA e institucional, donde se pone en marcha ahora la obligación, es imposible. Por ello una empresa no puede actuar sola. Ahí es donde Quimeltia encuentra su razón de ser. Además, todo ello lo hacemos de manera muy eficiente, ya que no nos dispersamos en múltiples sectores. Nuestro sector es claro, los productos químicos y nuestros subsectores también. No somos muy generalistas y esa especificidad nos aporta eficiencia y ahorro de costes. Por ello, implantaremos un sistema que permita recoger todos estos envases de la forma más eficiente y transparente. Concebimos un sistema en el que cada empresa pagará por los envases que ella misma pone en el mercado, y solo por ellos, pero cobrará por los que recoja, algo novedoso en el sector y que va a suponer una revolución en la gestión de este tema.

Por último, ¿cómo se presenta 2023?

Tenemos muchos proyectos y trabajo por delante. Llevamos en marcha dos consorcios de reciente creación con más de 130 productos y más de 80 empresas colaborando en el registro de biocidas con amonios cuaternarios, y tenemos previstos otros dos similares para 2023 y 2024. A ellos se unen los presentados de otras sustancias desinfectantes como el hipoclorito sódico (dos consorcios) y el alcohol isopropílico (otros dos), con más de 500 productos de casi 200 empresas.
Por otra parte, nuestros cálculos nos muestran un gran interés por el SCRAP (el sistema colectivo de recogida de envases) que vamos a formar y esperamos contar con todos nuestros asociados, porque a todos les afecta el tema. Y que no solo se quede ahí, sino que nos permita captar otro centenar de asociados más, con lo que tendríamos el SCRAP de residuos de envases comerciales e industriales de nuestro sector más importante del país con más de 300 empresas.

Mucho trabajo por delante, mucha ilusión y muchas ganas como se puede ver. Y todo ello gracias al equipo que se ha formado entre la gerente María Martínez y sus colaboradores más cercanos, los presidentes y directivos de las distintas asociaciones territoriales, los asociados que están comprometidos para ayudarnos a llevar adelante los temas con sus opiniones y participación y los distintos laboratorios, consultoras y empresas externas con las que trabajamos.