Antonio Alberola.
Antonio Alberola Director de Producto Cleanity

Limpiar mejor gracias a la tecnología

Cómo han afectado los avances tecnológicos a la industria

Avances en limpieza.

Creo no equivocarme al afirmar que las primeras reacciones al ver una Roomba en acción fueron en su mayoría curiosas, cuando no escépticas. ¿Cómo sabe a dónde debe ir? ¿Funciona? La automatización y la incorporación de tecnología digital al mundo de la limpieza, y más en concreto al de la limpieza industrial, puede haber sido lenta en sus comienzos, pero, dados los beneficios en costes y eficiencia que aporta, se está adoptando actualmente a gran velocidad. El sector de la limpieza industrial está dando los primeros pasos en el mundo de la industria 4.0, principalmente con la incorporación del Internet de las Cosas y el uso de Big Data, y todas las empresas, tanto proveedores de servicios como de productos, han de estar preparadas para ‘no perder el tren’.

Está claro que determinadas tareas de limpieza acabarán siendo realizadas en su mayoría por robots. De hecho, la limpieza de suelos es la categoría de robótica que más rápido crece, tanto en EEUU como en Europa, y no es difícil ver por qué. Prácticamente el 95% del coste de la limpieza de suelos se debe a costes laborales de mano de obra, costes que actualmente no pueden reducirse sin poner en peligro la seguridad o la calidad del servicio prestado.

Lo que pueden conseguir los robots hoy en día es impresionante. Por ejemplo, el robot Hefter, que se usa en aeropuertos y hospitales en UK, es capaz de cubrir 20.000 metros cuadrados en un solo día, el equivalente a dos campos de fútbol. Estos robots utilizan un sistema de guiado láser para navegar por el área de limpieza asignada, mantiene un registro de qué áreas ya han sido limpiadas, y vuelve automáticamente a su estación de recarga cuando sus baterías están a punto de agotarse. Robots similares han sido puestos a prueba en la limpieza de suelos en instalaciones industriales, con resultados similares.

Del mismo modo, el robot de limpieza de ventanas Gekko puede limpiar hasta 15 veces más rápido que un humano, eliminando, por ejemplo, el riesgo de trabajos en altura.

Pero los robots pueden ir más allá, haciéndose cargo de tareas no solo de limpieza sino también de desinfección, resolviendo algunos problemas que la limpieza manual no conseguía eliminar. Por ejemplo, en torno al 6% de los pacientes hospitalizados en los hospitales europeos contraen infecciones secundarias debido a niveles de higiene insuficientes o a la aparición de patógenos que han generado resistencia a los productos químicos utilizados como desinfectantes, según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés). Robots como Xenex, que utiliza luz UV en lugar de productos químicos para esterilizar instalaciones hospitalarias, ya están siendo puestos a prueba para reducir estas infecciones.

Las empresas fabricantes de productos para la limpieza y desinfección tenemos clientes cada vez más exigentes, que demandan servicios integrales y soluciones personalizadas, lo que conlleva que debamos impulsar nuestras áreas de I+D+i, para estar en la vanguardia, no solo con formulaciones cada vez más eficientes o sistemas de dosificación orientados a la seguridad y el ahorro, sino también estando a la última en nuevos métodos de aplicación, como pueden ser los robots antes mencionados o el IoT (Internet of Things, término en inglés).

Las aplicaciones inteligentes también son una tendencia al alza en este sector. Vistos individualmente, cada nuevo desarrollo introduce una ventaja marginal para un problema muy concreto, pero la posibilidad de interconectar todos estos sistemas hace que puedan contribuir considerablemente a una reducción de costes e impacto ambiental cuando se aplican a lo largo de toda la cadena de valor.

Por ejemplo, un dispensador de jabón actualmente requiere que un empleado revise periódicamente su estado y lo rellene cuando sea necesario. Imaginemos ahora un dispensador inteligente capaz de enviar datos en tiempo real a un sistema de monitorización y control en la nube. Cuando el dispensador detecte un nivel predeterminado, será capaz de enviar un aviso para demandar ser rellenado, pudiendo reportar cuáles son sus picos de uso, cómo se distribuye el consumo a lo largo de la jornada, etc. De este modo, un objeto inanimado que anteriormente requería de nuestra atención, ha pasado a ser una fuente inteligente de información que nos proporciona valiosos datos que pueden ayudarnos a reducir costes y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos. Estos desarrollos pueden unirse al uso de productos concentrados que, junto a sistemas de dosificación adecuados, se orientan a proporcionar al usuario un escenario de seguridad y ahorro.

Pero no toda la innovación está ocurriendo en el ámbito del servicio. Está claro que va a ser muy difícil competir con los robots en términos de rendimiento o eficiencia, pero los formuladores y fabricantes de productos químicos también se encuentran en un proceso constante de renovación de sus soluciones y protocolos. Esto incluye, por ejemplo, la aplicación de los avances que está generando la biotecnología para obtener productos más seguros, más específicos y con un menor impacto medioambiental.

El uso de nuevos biotensoactivos sintetizados por bacterias comienza a extenderse y permite reducir la dependencia de los productos derivados del petróleo, dando lugar a formulaciones más sostenibles. Del mismo modo, la incorporación de enzimas permite obtener formulaciones que son capaces de trabajar a menores temperaturas y actuar sobre ciertas suciedades (grasas, proteícas) de manera muy específica, reduciendo de este modo los costes de aplicación.

Podemos afirmar que, en su conjunto, la incorporación de las innovaciones provenientes de los avances, tanto tecnológicos como biotecnológicos, a los protocolos de limpieza, harán que veamos cómo el futuro nos depara formulaciones más ecológicas y respetuosas con el medio ambiente, con líneas más biodegradables y, por supuesto, más eficientes.