Antonio Alberola.
Antonio Alberola Director de Producto Cleanity

La relevancia del olor en la percepción de la limpieza

Aroma, olor, limpieza

Respiramos las 24 horas del día y cada bocanada que damos nos sumerge en un mar de sensaciones. ¿Sabías que las personas detectamos antes los olores malos que los buenos?

De acuerdo a un estudio realizado por investigadores estadounidenses y canadienses, reaccionamos primero a la presencia de un olor fétido que a uno agradable por la misma razón que detectamos una expresión facial agresiva más rápido que una cara sonriente, porque un rostro enfadado es un enemigo potencial preparado para atacar. El sistema olfativo reacciona antes ante los estímulos que suponen un peligro.

Gracias al olfato, identificamos, clasificamos, construimos nuestro gusto y personalidad, deseamos o rechazamos, creamos vínculos sociales y tomamos decisiones (el 95% de las decisiones parten del subconsciente).

El sentido del olfato es el mejor aliado para hacer frente al mundo que nos rodea. Los olores nos alertan, nos hacen huir o atacar, nos conectan con momentos de nuestro pasado y nos hacen revivir sentimientos o emociones.

Olor a perfumes en la limpieza

Durante muchos años, el olor a amoníaco o lejía era señal de un hogar limpio, pero hace aproximadamente 40 o 50 años, los perfumes empezaron a ganar terreno en el sector, pues ya se comercializaban productos de limpieza con aroma a limón o a pino, y el consumidor recibió este cambio con muy buena aceptación.

A día de hoy, un entorno puede verse limpio, pero si no va acompañado de un aroma agradable, la percepción del visitante no será la de estar en un espacio 100% limpio.
Una técnica de marketing que está en pleno desarrollo es el marketing olfativo. Lo que se intenta hacer con ellas es conseguir fijar en el consumidor una marca, a través de un recuerdo olfativo que representa la identidad olfativa de una empresa. Esto permite generar un potente vínculo entre el cliente y la marca a través de un olor, incrementando la asociación positiva a la experiencia del usuario.

Una buena implementación de está técnica aporta beneficios tangibles a la organización.

  • Genera un impacto sensorial. Despertando las emociones adecuadas a la experiencia de tu marca o negocio.
  • Crea una asociación positiva del usuario a la marca gracias al olfato.
  • Despierta un recuerdo positivo hacia tu negocio.

¿O es que a nadie le han entrado ganas de comprar palomitas al ir al cine? Asociamos olores a momentos, a experiencias

Si hablamos de limpieza doméstica, el olor es parte fundamental en las decisiones de compra del consumidor. Se realizan estudios para determinar las tendencias del mercado y conocer los aromas que mejor sensación y emociones causan en los consumidores, pues las decisiones de compra van muy ligadas a los olores que estos productos dejan en sus casas una vez usados.

En la industria alimentaria, en cambio, la inocuidad de los alimentos es una prioridad. Los productos de limpieza y desinfección que se utilizan para garantizar la seguridad alimentaria no pueden contener aromas. Esto es debido al riesgo que existe de que los alimentos absorban determinados olores, afectando a sus propiedades organolépticas.
Por ejemplo, productos como el chocolate son especialmente sensibles a aromas cítricos que, en ocasiones, pueden desprender algunos desinfectantes o detergentes. Este aroma liberado en el ambiente es absorbido por los alimentos y el aroma y sabor de estos queda alterado.

Por ello, los productos de limpieza y desinfección de la industria alimentaria, desde desinfectantes usados para depósitos hasta los jabones de las manos de los operarios están exentos de perfume.