David Martínez Lagarejos (HUCA)
David Martínez Lagarejos Jefe de Servicio de Hostelería y miembro de la Asociación Española de Hostelería Hospitalaria Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA)

El lavado de la ropa hospitalaria durante la pandemia

desinfección en lavandería

La prestación del servicio de lavandería en el contexto de los entornos sanitarios presenta ciertas peculiaridades que difieren de forma notable con respecto al proporcionado a otros ámbitos de actividad como el hotelero u hostelero.
El proceso de lavado de la ropa hospitalaria debe articularse desde el objetivo fundamental de garantizar que el tratamiento que se le aplique proporcione las condiciones de seguridad suficientes para evitar que pueda ser un agente transmisor de patógenos. Este objetivo debe desplegarse desde una doble perspectiva. Por una parte, evitando que la ropa hospitalaria se convierta en un medio para la transmisión de infecciones nosocomiales, para lo que se deben diseñar los procedimientos de desinfección adecuados; y, por otra, estableciendo los mecanismos de seguridad necesarios para proteger la salud de los trabajadores que han de manipular y clasificar la ropa contaminada. Esto debe ser considerado como un punto de especial criticidad dentro del proceso general de lavado de la ropa hospitalaria.

La aparición del coronavirus SARS-CoV-2 durante el año 2020 ha conllevado formidables cambios en todos los ámbitos de actividad y especialmente en el sector sanitario y sociosanitario. Este se ha convertido en el muro de contención frente a la pandemia, lo que ha hecho que se tengan que adaptar a contrarreloj nuevos procedimientos a la nueva situación y desde la incertidumbre de enfrentarse a algo totalmente desconocido. Esta nueva realidad también ha condicionado considerablemente la actividad de las lavanderías hospitalarias, aunque probablemente en menor medida, ya que en todas se consideraba el tratamiento de la ropa infecciosa como parte de sus procedimientos internos, ya sean aplicados de forma general o sectorizada.

Fases en el lavado de la ropa hospitalaria

Aunque como criterio general, en lo referente a su manipulación y procesamiento, la ropa hospitalaria sucia debería considerarse en su conjunto como potencialmente contaminada, es cierto que en aquella donde existe una mayor certeza sobre su capacidad infectiva. Un ejemplo claro es, durante el transcurso de la pandemia, la proveniente de las unidades de hospitalización (convencionales y críticos) de pacientes infectados por la COVID-19. El primer paso para una adecuada gestión del proceso de lavado comienza en los propios centros de consumo. Allí se debe realizar la correcta segregación de la ropa infectada a través de la utilización del sistema de codificación que se haya definido para su identificación (bolsas de color rojo, jaulas con distintivos de color singularizado, etc.). Asimismo, es importante la utilización de transporte o medios de traslado de la ropa diferenciados sin compartirlos con ropa sucia de otra categoría. Y en el caso de utilizar sistemas comunes de traslado, como por ejemplo los tubos neumáticos utilizados en muchos hospitales, hay que definir los protocolos necesarios para el envío de la ropa contaminada en un único acto y proceder a continuación a su desinfección.

La siguiente fase, y quizás con el mayor grado de criticidad en el proceso debido a los riesgos inherentes a cualquier tipo de manipulación realizada sobre la ropa contaminada, es la que tiene que ver con la clasificación por familias y tipos de ropa realizada por los operarios de la lavandería para proceder a su posterior lavado. En este sentido, es absolutamente crucial dotar a los trabajadores de los equipos de protección individual necesarios que minimicen el riesgo de transmisión de enfermedades y que, en todo caso, deberá ser determinada por los distintos servicios o departamentos de Prevención de Riesgos Laborales. A modo de ejemplo, en la lavandería del Hospital Universitario Central de Asturias se ha determinado que los elementos de protección necesarios son cubrecabellos, gafas de protección ocular contra salpicaduras, mascarilla tipo FFP2, batas de protección, guantes de protección reforzada contra pinchazos y cortes y cubrecalzado.

Otro tipo de medidas

Además de este tipo de medidas, se han ido implementado otras, como la segregación en bolsas hidrosolubles de la ropa contaminada para evitar su manipulación, y que han tenido una considerable penetración en el sector de las lavanderías hospitalarias desde la aparición de la COVID 19. Ahora bien, esta medida, sin profundizar en los posibles beneficios en términos de seguridad y sostenibilidad medioambiental, ha conllevado, en las instalaciones donde se ha implantado, modificaciones organizativas de cierto impacto. Esto es debido a la adaptación de los procesos a la clasificación en limpio, así como a otras cuestiones operativas derivadas de la supresión del proceso de separación en sucio y que ocasiona, por ejemplo, la aparición de artefactos con la ropa no detectados, con el consiguiente daño a los equipos de lavado o el deterioro de determinadas prendas que requieren tratamientos específicos.

bolsas lavandería hidrosolubles covid-19 1

Por último, la fase del lavado de la ropa debe asegurar la correcta desinfección de esta antes de su puesta en circulación. Para ello, y de acuerdo con las recomendaciones para el lavado de la ropa en entornos hospitalarios de, entre otros, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), se realizan lavados a alta temperatura, entre 60° y 90° C dependiendo de la composición de la ropa a tratar. Y se realiza durante el tiempo necesario. A modo de ejemplo, en el caso del SARS-CoV-2, al menos debería poder garantizar la exposición de 3 minutos a una temperatura superior a 75° C, 5 minutos para temperaturas superiores a 65° C y 20 minutos para temperaturas superiores a 60° C., junto con el adicionado de los detergentes y químicos blanqueantes (como el hipoclorito sódico o el peróxido de hidrogeno) que dispongan de propiedades desinfectantes. Finalmente, el planchado a alta temperatura (por encima de 180° C) proporciona un aporte térmico extra que garantiza la completa desinfección de la ropa procesada.

Incremento del procesado de uniformes

Además de los requerimientos organizativos y técnicos que se han resumido, conviene tener en cuenta algún otro aspecto que ha surgido como consecuencia de la modificación de los hábitos de consumo a causa de la pandemia. Se ha producido un incremento sobresaliente en el procesado de la uniformidad del personal sanitario. Por ejemplo, en el ámbito del Servicio de Salud del Principado de Asturias el incremento es de aproximadamente un 30% con respecto a años prepandémicos, con picos de hasta el 45% durante los momentos más críticos de la primera y segunda ola. Esto ha provocado el consiguiente reajuste productivo, a veces condicionado por la falta de rendimiento de equipos específicos, especialmente en la etapa de secado.

En definitiva, las lavanderías hospitalarias están proporcionando un servicio de apoyo a la actividad sanitaria en donde la calidad de sus procesos y la profesionalidad de su personal permiten garantizar tanto el correcto suministro de ropa hospitalaria como la seguridad de pacientes y profesionales sanitarios.

BIBLIOGRAFIA

  • Abraham, John P., Brian D. Plourde y Lijing Cheng. “Using Heat to Kill SARS-CoV-2”. Reviews in Medical Virology 30, no. 5 (2020): 8–10.
  • Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades. “Desinfección de Entornos Sanitarios y No Sanitarios Que Puedan Estar Contaminados Por El SARS/CoV- 2”. ECDC. Estocolmo, 2020.
  • Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. “Directrices de Buenas Prácticas En El Sector de Lavanderías Industriales”, 2020.