Breve historia del jabón

Gabriela Bustelo

Cuando te embadurnas las manos con gel en un restaurante o cuando te las lavabas frenéticamente varias veces al día durante la pandemia, ¿te preguntaste alguna vez cuántos años tiene el producto que te limpia la piel? Aquí tienes una breve historia del jabón.

El jabón nació hace 5.000 años de manera involuntaria

Esta sustancia que mezclada con agua sirve para limpiar prácticamente cualquier objeto debió nacer, como tantas otras cosas, de manera involuntaria en un contexto distinto al que luego se le dio. Hace unos 5.000 años en una barbacoa rústica de la era megalítica, un chorro de grasa debió caer sobre la ceniza acumulada bajo la carne braseada al fuego. La reacción química resultante creó una sustancia resbaladiza que servía para retirar el barro de la piel humana. Había nacido el jabón.

Breve historia del jabón: La leyenda del Monte Sapo

La existencia milenaria de este producto limpiador la atestigua un buen número de recetas para fabricarlo tanto en Mesopotamia, Babilonia y Egipto como en la Grecia y Roma clásicas. La palabra jabón viene del latín tardío sapo-onis y el término ‘sapo’ proviene al parecer de una leyenda sobre mujeres romanas que lavaban la ropa a orillas del río Tíber, a los pies de un monte llamado Sapo. En ese altozano se celebraban ritos con sacrificios de animales incinerados. Y al llover sobre la grasa animal con pavesas de madera quemada se formaría jabón. El verbo saponificar vendría al parecer del nombre de aquella colina, aunque haya quien lo atribuya al sebo de origen alemán. Lo cierto es que el jabón rudimentario pudo originarse de modo muy parecido en varios lugares distintos del planeta.

¿Sabes cuándo te tienes que lavar las manos con jabón?

Sin duda recuerdas cómo el coronavirus introdujo la rutina del lavado de manos en nuestras vidas. Pero en pospandemia los españoles quizá hayamos perdido ya la aquella costumbre sanitaria del agua con jabón, después de compartir dispositivos electrónicos, viajar en transporte público, hacer la compra, comer en un restaurante, trabajar en la oficina o ir al cine.