La contaminación cruzada se produce cuando bacterias, virus o alérgenos dañinos se transfieren involuntariamente entre alimentos o utensilios de la cocina, generando riesgos para la salud. Comúnmente asociada con la preparación de alimentos, es una de las principales causas de enfermedades transmitidas por alimentos, como las infecciones tipo salmonela y enterobacterias como la E. Coli. Comprender y prevenir la contaminación cruzada es esencial para mantener un entorno de cocina seguro.
Cómo ocurre la contaminación cruzada
La contaminación cruzada suele producirse por contacto directo (por ejemplo, entre un pedazo de carne cruda y unas verduras listas para comer), utensilios contaminados (utilizar el mismo cuchillo para cortar pollo y los vegetales de una ensalada sin lavar) o al cocinar sin tener las manos bien lavadas. En una cocina, los paños, los estropajos y las bayetas pueden propagar patógenos si se utilizan en varias superficies.
Estrategia de prevención
La contaminación cruzada se puede prevenir con vigilancia y prácticas adecuadas. Al priorizar la separación de actividades, la limpieza rigurosa y los hábitos conscientes, puede protegerse contra las enfermedades transmitidas por los alimentos y crear un espacio de cocina más saludable. Pequeñas medidas, como lavarse las manos y almacenar de forma inteligente, marcan una diferencia significativa para garantizar la seguridad alimentaria de todos.
Cuatro consejos para impedir este tipo de contaminación
- Separar y segregar. Usa tablas de cortar y utensilios específicos para cada grupo de alimentos. Debes alejar las carnes, aves y mariscos crudos de las frutas y verduras, los alimentos cocinados y los productos listos para comer. Los utensilios con códigos de colores (por ejemplo, rojo para la carne, verde para las verduras) simplifican esta tarea. Guarda las proteínas crudas en la rejilla inferior del refrigerador para evitar que goteen sobre otros alimentos.
- Limpieza exhaustiva. Es esencial lavarse las manos con jabón durante 20 segundos antes y después de manipular ingredientes crudos. Desinfecta las encimeras, las tablas de cortar y los utensilios con agua caliente jabonosa o un desinfectante después de cada uso. Cambia las esponjas con regularidad y opte por toallas de papel desechables para evitar la propagación de gérmenes.
- Almacenamiento y manipulación responsables. Nunca reutilices los adobos de carnes crudas en alimentos cocinados, a menos que estén hervidos. Usa platos separados para los alimentos crudos y cocinados al asar o servir. No pongas las bolsas de supermercado encima de las encimeras, donde pueden persistir los patógenos.
- Conciencia sobre alérgenos. Si padeces alergias, evita el contacto entre alérgenos (frutos secos, gluten) y alimentos seguros, limpiando las superficies y utilizando utensilios específicos para cada tipo de alimento.
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