Día Mundial del Reciclaje: reducir, reutilizar, reaprovechar

Gertrudis Bujalance

El Día Mundial del Reciclaje lo inauguró UNESCO en 2005 para enfatizar la repercusión global de un correcto tratamiento de los residuos.

¿Qué es exactamente el reciclaje?

Definimos el reciclaje como un proceso sencillo o sofisticado de un material o producto que se  reincorpora a una secuencia de producción o de consumo, siendo la misma en que se originó u otra distinta. La palabra ‘reciclado’ alude al estadio definitivo de un artículo o sustancia tras el proceso de reciclaje.

Residuos reciclables son los materiales secos aptos para la reutilización: papel, cartón, plástico, vidrio, metal. Entran en esta categoría los envases mixtos y la parte orgánica de los residuos sólidos urbanos. Una opción para aminorar la cantidad de residuos sólidos es el reciclaje, que permite transformarlos en productos nuevos.

Objetivos del Día Mundial del Reciclaje

El Día Mundial del Reciclaje es una buena oportunidad para promover la concienciación, poner en evidencia los avances y retrocesos locales en la materia y apelar a la responsabilidad como ciudadanos en implementar (o demandar la implementación) de este tipo de prácticas en el marco de las políticas públicas.

Esta efeméride tiene por objetivo implantar en la mentalidad global la urgencia de reducir los residuos finales que la humanidad produce de manera continua. Para ello la organización Greenpeace lanzó en 2004 una estrategia que insta a colaborar activamente para asegurar a las generaciones venideras un futuro sostenible. Bautizó la iniciativa como la Regla de las Tres Erres, que consiste en reducir el consumo, reutilizar los recursos y reciclar los residuos.

Regla de las Tres Erres: reducir, reutilizar y reaprovechar

1) Reducir nuestros estándares de producción y consumo. En un planeta cada vez más urbanizado, cuya población no para de crecer, nuestros requisitos como comunidad humana también se incrementan. Pero cada uno de nosotros puede contribuir a conservar el medio ambiente transformando nuestro papel en la cadena de producción y de consumo.

2) Reutilizar los recursos antes de convertirlos en residuos. Los recursos naturales se han sobreexplotado y ya empiezan a ser insuficientes. Cada individuo y cada empresa deben cambiar de actitud, optimizando y economizando los recursos, ofreciendo soluciones de medio plazo que para usar mejor los residuos, sin malgastar ni perjudicar ningún componente.

3) Reaprovechar los residuos para contribuir a la economía circular. Proponerse crear nuevos recursos ‘secundarios’ transformando los residuos existentes, subsanando la escasez de recursos naturales primarios al realizar la misma función. Mediante soluciones innovadoras en el reciclaje de materiales y revalorización de residuos, prolonga la vida útil y el valor de uso de los recursos primigenios. La economía circular alarga al máximo el ciclo de vida del recurso, superando lo que lograba el modelo lineal con un principio y un fin.