Gestión de plagas en parques y jardines

Se priorizarán siempre las medidas preventivas de tipo cultural y las técnicas de control físico, seguidas de métodos etológicos y el control biológico

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha publicado una guía para la gestión de plagas en parques y jardines. La guía, no siendo un instrumento único de actuación, busca en el marco de la normativa y legislación pertinente orientar hacia el uso correcto de productos químicos o plaguicidas en base al cuidado del medio ambiente, pero también del bienestar y la salud de las personas que acceden a esos parques y jardines e interactúan con la naturaleza.

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Leticia Duque

Las guías de Gestión Integradas de Plagas son un paso más para conseguir la sanidad vegetal. La intención no es otra que incorporar un vector medioambiental que está intrínseco en la producción agrícola y la gestión de los parques y jardines. Por ello, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación desarrollan este tipo de manuales para que sirvan de orientación. Estas guías se sustentan en varias directivas europeas y en el Real Decreto 1311/2012, que transpone dicha directiva al marco legislativo español.

Esta guía recoge en el apartado 2, los ámbitos distintos de producción agraria a los que corresponden la definición de parques y jardines. En el apartado 3, se exponen los principios generales que deberán tenerse en cuenta para la correcta aplicación de la gestión integrada de plagas, enfermedades y malas hierbas. En el apartado 4 se describen los diferentes métodos de gestión de plagas en los parques y jardines, haciendo referencia a las medidas preventivas, las técnicas de control físico, los métodos etológicos, el control biológico y las técnicas de aplicación de los productos fitosanitarios. La última parte resulta ser una novedad, respecto a las anteriores guías, por causas especiales referidas al uso de productos fitosanitarios en entornos habitados o en los ocupados habitualmente por personas. Instando, como así reclama la legislación, al uso de productos de bajo riesgo y a medidas de control biológico.

La guía también recoge en un apartado la bibliografía utilizada por si se quiere ampliar información, así como un listado de plagas, enfermedades y malas hierbas.

¿Para qué lugares puedo usar esta guía? Esta guía es de uso para espacios utilizados por el público en general, se incluyen áreas verdes y de recreo, con vegetación ornamental o para sombra, dedicadas al ocio, espaciamiento o práctica de deportes, entre otros. Y para espacios utilizados por grupos vulnerables, refiriéndose a jardines existentes en los recintos o en las inmediaciones de colegios y guarderías infantiles,residencias de ancianos, etc.

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Parques y jardines, gestión

Los espacios que no están destinados a la producción agrícola o forestal tienen unas condiciones y restricciones específicas en lo relativo al uso de productos fitosanitarios. Es especialmente relevante esta cuestión en el caso de los parques y jardines, y este tipo de guías como los métodos alternativos frente a los productos químicos adquieren máxima prioridad y relevancia, según indica la Administración en la propia guía. La guía de Gestión Integrada de Plagas en los parques y jardines también debe regirse por los principios establecidos en el anexo I del RD 1311/2012. Estos principios equivalen a un conjunto de normas o prescripciones entre las que destacan:

  • La rotación de especies.
  • La toma de decisiones adecuadas en cuanto a densidad y profundidad de siembra y al mantenimiento del suelo.
  • La utilización de variedades resistentes o tolerantes a los biotipos de agentes nocivos predominantes.
  • La utilización de prácticas de fertilización, riego, drenaje…
  • La prevención de la propagación de organismos nocivos mediante medidas profilácticas.
  • La protección y mejora de los organismos beneficiosos.
  • Las liberaciones de dichos organismos.

En los últimos años, bien es cierto que se están dedicando muchos esfuerzos en dejar espacios a los parques y jardines en detrimento de las áreas urbanas. Las zonas urbanas ocupan alrededor del 10 por ciento de la superficie terrestre. En estos espacios se estima que vive el 50 por ciento de la población mundial. Por lo que es necesario un cambio, es necesario dar paso a los espacios verdes. Según la guía, en estos espacios verdes dentro del entorno urbano, se están incluyendo especies vegetales de todo tipo, especialmente arbolado, que producen numerosos beneficios.

Por ejemplo, suponen una mejora de la calidad del aire mediante el filtrado o la absorción de polvo y de contaminantes atmosféricos; atenúan el efecto invernadero gracias a la fijación de carbono, tiene una acción de cortavientos y atenuante del nivel del ruido; contienen la temperatura en los fenómenos locales de calentamiento urbano; es soporte de la biodiversidad, permitiendo la presencia de especies vegetales y animales; mejora los espacios urbanos, aportando variaciones de color y de formas rompiendo la monotonía del paisaje urbano; contribuyen al bienestar de las personas, hacen de las ciudades más habitables.

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