Resulta indiferente las décadas que nos remontemos atrás; el sector de la limpieza ha sido un entorno protagonizado por mujeres. De hecho, la limpieza, junto con el cuidado de personas, destaca como una de las profesiones con mayor presencia femenina. Este ámbito tiene como incongruencia que, a pesar de formarse por un fuerte perfil femenino, la gran mayoría de cargos relevantes son dirigidos por hombres.
En el sector de la limpieza, donde laboran más de 570.000 personas de diversas nacionalidades, el 72% son mujeres. Aunque la mayoría desempeña funciones operativas, se está empezando a observar un aumento en la presencia femenina en roles intermedios (Recursos Humanos, Marketing, Compras, entre otros) y en cargos directivos. No obstante, aún queda mucho camino por recorrer.
Romper los estereotipos y el techo de cristal
«A pesar de ser históricamente un sector mayoritariamente femenino, existe una disparidad evidente entre la abundancia de mujeres en roles operativos y la escasa presencia en posiciones directivas o de liderazgo en esta industria», señala Jesús Martín, líder de AFELIN, la entidad que agrupa a Asociaciones, Federaciones y Empresas de Limpieza a nivel nacional.
Las causas de esta disparidad se encuentran principalmente en los estereotipos sociológicos. El sector de la limpieza ha servido como puerta de entrada al mercado laboral a mujeres con niveles educativos bajos; en especial, brindando una oportunidad profesional a aquellas que han emigrado a España en busca de medios para mantener a sus familias en el que cabe destacar el elevado número de trabajadoras en este sector que provienen principalmente de países de Latinoamérica.
En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, AFELIN destaca el papel fundamental de las mujeres en el sector de la limpieza. Según Jesús Martín, es de obligado cumplimiento reconocer y valorar adecuadamente su trabajo, ofreciendo salarios justos, condiciones laborales dignas y oportunidades de desarrollo profesional. Además, aboga por la eliminación de estereotipos que minimizan el valor de esta labor, promoviendo un reconocimiento integral de su importancia como componente esencial en la cadena de valor de diversos sectores.
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